La Plataforma por la paralización del embalse de Barrón-Añana no conoce todavía cuál es la posición de PP y PSE respecto a un proyecto que, en su opinión, generará «un grave impacto social». Por ese motivo, el 7 de junio llevarán a cabo una mesa redonda en Gasteiz, en la que esperan que la totalidad de los candidatos alaveses al Congreso se pronuncien sin ambages sobre la construcción de esa infraestructura hidráulica con una capacidad de 4,9 hectómetros cubicos.

Tras la ronda de contactos con los grupos con representación en las Juntas Generales de Araba, la plataforma ha logrado el respaldo de EH Bildu, Podemos e Irabazi, que se oponen con rotundidad al embalse pero que también aspiran a que se mejore y modernice la zona regable de Añana. Por el contrario, el PNV no solo respalda su construcción, sino que ha presentado mociones en los ayuntamientos de Gaubea y Erribera- goitia para que se posicionen a favor de este proyecto a pesar de que, según critican los opositores, no hay una información básica previa.

Desde la plataforma vienen reivindicando un proceso participativo abierto, con agentes y personas implicadas, sobre las necesidades reales de riego. Además, recuerdan que ahí está la balsa de NoryEste, una infraestructura con deficiencias que nunca se ha llenado.

Respecto al PP, sus representantes se comprometieron a presentar en la Cámara alavesa una serie de preguntas para que sean contestadas por el Gobierno foral. A la plataforma les consta que algunas de esa interpelaciones se han formalizado.

En cuanto al PSE, no hay un posicionamiento claro respecto al embalse, que es lo que le pedían desde la plataforma. Los opositores les recordaron que, al margen de los vecinos, también hay regantes que se oponen a la construcción de la infraestructura hidráulica.

La plataforma insiste en que ni el propio diputado alavés de Agricultura, Eduardo Aguinaco, es capaz de explicar detalles de un proyecto, especialmente después de que la emplazaran durante un encuentro que mantuvieron a que les presentara un estudio del impacto socioeconómico que puede tener.

Los opositores insisten en que el embalse de Barrón-Añana no es pieza fundamental para lograr que la actividad agrícola se mantenga en la comarca.