ESPAñA 1

REP. CHECA 0

La imagen del gol resultó significativa. El defensa Piqué cabeceó a gol en la asediada portería de Cech, pero detrás del jugador catalán estaba el también central Ramos preparado para rematar si su compañero no llegaba. El gol del barcelonista fue el premio al equipo que puso más empeño en ganar y vino a recordar a aquel grandioso que ganó un Mundial y las dos últimas Eurocopas. Su posesión del balón, de casi el 70%, con 601 pases completados por solo 160 de la República Checa, pueden servir de referencia de lo que ayer aconteció sobre el césped del campo de Toulouse.

De la mano de un Iniesta pletórico y con Alba, Busquets y Silva muy acertados, el combinado que entrena Del Bosque volvió a dejar destellos de su mejor versión. El problema era que su constante juego en las inmediaciones del área de Cech no terminaba de traducirse en goles y eso te termina penando por muy discreto que sea tu rival.

Sin embargo, la República Checa de Pavel Vrba no está para muchos ruidos. Plagada de jugadores veteranos y con una columna vertebral en la que destacan el exrojillo Plasil y el cur- tido Rosicky, además del propio portero, esta selección no se parece en nada a la de hace una década asombraba con Pavel Nedvěd como líder. De hecho, salvo un par de contadas contras y algún despiste defensivo español, los jugadores checos no pudieron hacer sudar al portero De Gea, en un día muy especial para él porque, por una parte, recogía oficialmente de Casillas el testigo en la portería y, por otra, por ser su primer compromiso tras haberse visto relacionado con un caso gravísimo de prostitución forzada.

En este encuentro debutó Aduriz, que en la media hora que estuvo sobre el césped remató dos veces de cabeza y dibujó una media chilena que, si llega a entrar y no lo hizo por muy poco, hubiera supuesto el gol del torneo. En resumen, un partido brillante para la selección española con el que cobra ventaja en el ránking de favoritos del torneo.