Hay una foto surcando todas las pantallas virales donde se ve a unos burros comiéndose unos carteles de Unidos Podemos. Una foto auténticamente transversal, porque puede interpretarse como una metáfora en cualquiera de sus sentidos. Los votantes que se comen los mensajes de la formación morada son unos burros o también se puede colegir que los que atacan a la misma son unos burros. Bueno, y alguna burra también habrá, digo yo viendo a Ana Pastor como seguidora absoluta de las tesis de los dos burros políticos más reconocibles: Pedro y Albert. O viceversa. Acabó la entrevista esta gloria del camuflaje socialista preguntando a Pablo Iglesias sobre Venezuela. Magnífico retrato de su posicionamiento periodístico, igual que los de 13 TV e Intereconomía. Y estos últimos resisten, emiten, y tienen tertulianos que no se sabe dónde pastan. Quizás en la toma de postura ante esta campaña el desvarío más absoluto lo está teniendo el diario de ese ser turbio que está arruinando a “El País” mientras él se enriquece, que lo ha convertido probablemente en más de derechas que sus competidores. Su decadencia es tan grande y evidente que empieza a dar pena. Está convirtiendo a “El Mundo” o “ABC” en centristas y pelea con “La Razón” en su amor incondicional al PP y a Mariano. ¿O es a Soraya a la que adulan? Las encuestas son tendenciosas siempre, parte de la campaña, pero hay algunas coincidencias en los resultados que provocan rebuznos estridentes. Y la mención a Rodríguez Zapatero ha hecho que suelten todo el odio desde Prisa a la formación morada. Viejas rencillas entre el expresidente y el periódico demasiado afín a González. Es decir, actitudes sin ninguna ética, más bien de marcado carácter mafioso. Estamos esperando el día en que todos los burros salgan a comerse los programas electorales. Una burrada.