«Queremos vivir las fiestas en libertad», proclamó ayer Euskal Herriko Bilgune Feminista a puertas del estallido festivo en decenas de localidades, ante el que recordó que estas celebraciones «ocupan un lugar central en nuestras vidas», en el que se «expresan los conflictos, las opresiones y las discriminaciones existentes en la sociedad: múltiples jerarquías, relaciones de poder, violencia, distribución de roles... En general, reforzando el modelo de género y la heteronorma hegemónicos».

Recordó que con «la excusa del ‘todo vale’ se agudiza la ofensiva de las agresiones sexuales», y censuró que pese a que hay una mayor conciencia social, «todo el mundo apoya a la víctima hasta que esta decide responder». «Si respondemos se nos pone en duda», remarcó. Frente a «este intento de deslegitimar a las mujeres rebeldes y el movimiento feminista», la organización defendió la «autodefensa feminista» porque, según subrayó, «la defensa es un derecho» y «son nuestros cuerpos, autoestimas y vidas las que están en juego». En este sentido, Euskal Herriko Bilgune Feminista consideró «imprescindible» trabajar el modelo festivo. «Utilicemos el potencial creativo que nos dan las fiestas para llevar a la práctica modelos liberadores y los tipos de relaciones y ciudadanía que queremos», apuntó el organismo feminista.