La plataforma unitaria en contra de las minas de potasa en la Bal d’Onsella y la sierra del Perdón, en Aragón y Nafarroa, denunció ayer que la empresa Geoalcali, a pesar de no disponer de un permiso minero o ambiental que le faculte, ha iniciado la tramitación de la línea eléctrica que une las instalaciones industriales de Zangoza con lo que ahora llaman Bocamina. Esa zona, aclaran, coincide con una «galería de investigación» que comenzó a hora- dar en diciembre.

A través de un «subterfugio», argumentando que la excavación de un volumen de 70.000 metros cúbicos para acceder al yacimiento era una «investigación», se inició. «Creemos que la compartimentación de los permisos que ya realizó la empresa, se repite cuando pretende excluir de la evaluación ambiental y participación públicas partes del mismo», defienden desde la plataforma, pendientes de que finalice la evaluación ambiental del proyecto.

Graves riesgos

Los opositores ven graves riesgos en un proyecto que afecta a Altas Cinco Villas, en Aragón, y Tafallaldea. Resaltan que va a suponer una salinización de acuíferos, provocará sismicidad inducida al lado del embalse de Esa, explotación de yacimientos bajo el Canal de Bardenas o incrementos «insostenibles» del tránsito de camiones en municipios como Undúes de Lerda, Urriés, Zangoza y Xabier.

La plataforma indica que hace unas semanas el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente solicitó una ampliación del plazo para la evaluación del proyecto «por su complejidad y porque la empresa, aunque normativamente debería haberlo entregado al inicio de la tramitación, realizaba fuera de plazo la entrega del estudio de impactos a la Red Natura 2000».

Esta presentación fuera de plazo, explican, impidió que se pudiera producir la información y participación pública que la normativa ambiental requiere y que ahora, al tramitar de forma independiente la línea eléctrica, tampoco permite evaluar de forma integrada las afecciones de las infraestructuras asociadas al propio yacimiento «que son parte consustancial de la mina».

En cuanto a las líneas eléctricas que ahora se plantean desde la empresa Geoalcali, los vecinos advierten de que difieren de las recogidas en el proyecto original, por lo que insisten en que no pudieron ser evaluadas durante la exposición pública del proyecto.