Raimundo Fitero
DE REOJO

Igual

Igual que cada año estamos en situación de marcha o desbandada. La tele no parece estar diseñada para el verano. Igual que cada inicio de salida de las vacaciones estivales llegarán las diferentes advertencias, los reporteros en aeropuertos, los datos de circulación de automóviles, las amenazas de la DGT o los programas televisivos que parecen haber quedado en pausa evolutiva. Igual que siempre, igual que ayer, igual, todo nos da igual, porque todo es igual.

La única variante de este fin de semana es descifrar el nuevo embrollo en el que se han metido Rajoy y su banda. Urkullu ya sabe fecha de las elecciones a Gasteiz. Es igual, todo quedará suspendido sobre un tapete roto que hace que la gobernabilidad en el Estado español parezca más la trama de un vodevil veraniego, que una secuencia electoral de una democracia asentada. La famosa constitución española en manos de los portavoces del partido de la corrupción, es un libro viejo para tirar a la basura. Se interpreta de una manera para los otros y de diferente forma para ellos. Igual que hace siete meses, la pregunta es, ¿acudirá Rajoy a la investidura sí o no?

No se puede especular demasiado, mientras sucede una cosa u otra van desgobernando a su antojo. Con derrotas constantes, la última que el Tribunal Constitucional les anula la ley de tasas de Gallardón. Y los ordenadores de Bárcenas a punto de resetearse en imputación.

Excepto el salvapatrias y cuñadísimo Rivera que quiere pillar cacho ministerial al precio que sea, los demás se relamen por la posibilidad de inflingirle una derrota parlamentaria a Rajoy, humillarlo, desenmascararlo, demostrarle que está desnudo y en las puertas de un penal, para en segunda ronda hacerse el loco y por activa o por pasiva investirlo. O igual no. Igual es que quieren probar la paciencia de la ciudadanía.