La oficina suiza de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) suscribió ayer un documento en el que insta a las autoridades del país helvético a no extraditar a la refugiada vasca Nekane Txapartegi, encarcelada desde abril de este año cuando fue arrestada en Zurich. «Siguiendo las reglas suizas sobre extradición, esta debería ser rechazada, porque el procedimiento criminal podría estar comprometido por no observarse la regla de excluir las pruebas obtenidas bajo tortura», afirma la asociación de defensa de los Derechos Humanos.

La nota hecha pública por la OMCT recuerda que Txapartegi fue arrestada por la Guardia Civil en 1999 y explica que, según la información recibida por el ente internacional, la ciudadana vasca padeció «brutales actos de tortura» entre los que cita la agresión sexual, la aplicación de «la bolsa», amenaza de aplicación de electricidad, privación de sueño u obligación a permanecer desnuda.

«A pesar de la existencia de indicios, entre los que se incluyen los testimonios de testigos y los informes médicos, la identificación de múltiples lesiones y secuelas psicológicas, la información extraída durante el período de detención en régimen de incomunicación se utilizó como pieza clave para condenarla», recuerda la OMCT, que remarca que la denuncia de Txapartegi por las torturas padecidas quedó apartada sin haber interrogado previamente a los sospechosos, es decir, a los guardias civiles que participaron en el arresto incomunicado.

Numerosas condenas

«España ha sido condenada en numerosas ocasiones durante los últimos años por entidades internacionales de defensa de los derechos humanos debido al uso de la detención incomunicad y la falta de una investigacion rápida, eficaz e independiente sobre las denuncias de malos tratos, especialmente en la lucha contra ETA», argumenta la asociación, que recuerda las siete recientes sentencias por las que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha recriminado a Madrid por no investigar las torturas denunciadas por ciudadanos vascos como Xabier Beortegi.

«Internamente, la existencia de la tortura ha sido reconocida por antiguos oficiales de alto rango de la Guardia Civil y jueces como José Ricardo de Prada, magistrado de la Audiencia Nacional española, que lamentó en un acto público celebrado el 24 de abril la falta de investigaciones en las graves denuncias de malos tratos», plantea la organización de defensa de los Derechos Humanos. En este sentido, la nota recuerda que la tortura sigue siendo un «tabú» en el Estado español. Además, recuerda el reciente informe elaborado por el Instituto Vasco de Criminología en el que se cifraba en 4.000 las personas que han denunciado torturas en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa entre 1960 y 2013. «Txapartegi aparece como una de las víctimas en la base de datos del estudio», afirma la agrupación.