Un suizo de 27 años prendió fuego a un vagón de tren en Suiza usando líquido inflamable y apuñaló a varios pasajeros a seis personas, entre ellas, un niño de seis años, tres mujeres de 17, 34 y 43 años, y dos hombres de 17 y 50 años, según informó la Policía suiza, que señaló que la posibilidad de que se tratara de un atentado era «muy, muy distante» y apuntó a que se podría tratar de «un crimen pasional». Sin precisar el estado de los heridos, indicó que una de las mujeres y el atacante estaban «gravemente heridos». El autor del ataque resultó herido al provocar el incendio que se propagó rápidamente por el vagón, donde había una docena de personas.

El tren circulaba por el este del país, a lo largo de la frontera con Liechtenstein. Según la policía, el ataque se produjo hacia las 14.20 locales cerca de la estación de Salez, en un tren en marcha que se dirigía de Buchs a Sennwald. Al lugar del ataque se desplazó un contingente masivo de policías, bomberos, ambulancias y helicópteros de rescate. La estación de Salez fue cerrada, habilitando un sistema de autobuses en su lugar.

Lo ocurrido generó caos y confusión, más aún tras los recientes ataques perpetrados por supuestos «lobos solitarios», lo que ha llevado a elevar los niveles de alerta en las ciudades europeas. El n julio, un adolescente de 17 años, probablemente de Afganistán, atacó a varios pasajeros de un tren en Baviera, Alemania, hiriendo a cuatro personas. La acción fue asumida por el ISIS. También en Baviera, 15 personas resultaron heridas en similares circunstancias en las inmediaciones de un festival de música.