El Pentágono confirmó ayer el envío de aviones para proteger posiciones kurdas entre las que se encuentran fuerzas especiales estadounidenses en Hasaka, en el noreste de Siria, después de que fueran bombardeadas por parte del régimen de Bashar al-Assad, que culpó de los combates a una ofensiva lanzada por las tropas kurdas para consolidar su control sobre esta ciudad y defendió que la respuesta al avance de las tropas kurdas ha sido «adecuada».

«Es una medida para proteger a las fuerzas de la coalición. Dejamos claro que la fuerza aérea de EEUU defendería a las tropas sobre el terreno si son amenazadas», afirmó el Pentágono.

Las fuerzas kurdas comenzaron ayer a evacuar Hasaka, ubicada en el noreste de Siria, por la intensificación de los combates tras tres días de bombardeos, que han causado un gran desplazamiento de población y la muerte de 39 civiles y combatientes en tres días