El dicho popular de que «nunca llueve a gusto de todos» se hizo especialmente real ayer en Euskal Herria. Mientras en Iruñea y otros puntos del interior vasco se celebró el retorno del agua, porque en la capital navarra solo había caído un litro en dos meses y en puntos de Araba había problemas de abastecimiento, en Bizkaia las trombas dejaron algunos problemas.

Así, varias calles de Gernika o Zornotza sufrieron cortes puntuales de tráfico al quedar anegadas, si bien los problemas se solucionaron en unos minutos.

En Portugalete, la tromba de agua colapsó el alcantarillado y se registraron inundaciones en comercios, garajes y algunos portales de la calle María Díaz de Haro, la que discurre paralela a la ría.

En Donostia, el fuerte viento levantado por una galerna alrededor de las 16.00 hizo que ramas de árboles cayeran a calles y carreteras y obligaran a desplazarse a servicios municipales y de bomberos.

En vías navarras también hubo problemas derivados del agua caída. La N-121-A, entre Etxalar e Igantzi, se cortó durante media hora para retirar ramas caídas, y la autovía de la Barranca, a partir de Altsasua en sentido Gipuzkoa, por el cruce de camiones.

La galerna dejó rachas de viento de 106 km/h. en el cabo Matxitxako a las 15.20 y de 107 km/h. en la donostiarra isla de Santa Clara, según los datos dados a conocer por Aemet y Euskalmet.

El pico máximo de precipitación se registró también en Matxitxako, donde se recogieron 33 litros por metro cuadrado en una hora y diez minutos.

En Hondarribia la temperatura cayó 13,2 grados, hasta los 18,8, en poco más de una hora.