Nerea GOTI
BILBO

Familias desalojadas reclaman que no se paren las obras en Kamiñalde

Desalojados por el derrumbe de Kamiñalde, en Ondarroa, mostraron ayer a las cámaras los daños que sigue causando el desprendimiento de piedras. Temen que el planteamiento de la Diputación de rebajar el nivel de emergencia de las obras suponga detener los trabajos para sacar un nuevo concurso con menor coste.

Con el correspondiente permiso de acceso por un breve espacio de tiempo, los medios gráficos pudieron tomar ayer imágenes de los daños ocasionados por el derrumbe de la ladera de Kamiñalde en las viviendas anexas al monte. Según explicó a GARA una de las residentes afectadas, el riesgo no está ahora en el derrumbe del monte sino en el desprendimiento de piedras sueltas que «por el efecto rebote se convierten en proyectiles».

Tal y como indicó, con respecto a la ocasión anterior en la que pudieron acceder a las viviendas este verano, comprobaron ayer que se han producido nuevos desperfectos por la caída de cascotes de roca.

A la preocupación por los daños se suma el temor de las familias a que las obras se detengan después de que la Diputación vizcaina comunicara en la mesa interinstitucional creada para abordar los trabajos que estudia rebajar la consideración de los mismos «de emergente a urgente». Explicaron ayer que este nuevo planteamiento conllevaría detener las obras para sacar un nuevo concurso, con el objetivo de reducir los costes económicos.

Fuentes de las familias afectadas consultadas por GARA señalaron que las empresas que están trabajando en Kamiñalde se contrataron hasta finalizar las obras, de forma que un nuevo procedimiento conllevaría detener los trabajos e iniciar un nuevo procedimiento para realizar una nueva contratación, lo que obligaría a detener los trabajos y a indemnizar a la empresa actual, por lo que dudan de que esto suponga un ahorro en costes. «Lo que reclamamos es que las obras no se detengan ni se ralenticen», indicaron.

En declaraciones a Efe, el portavoz de la coordinadora que agrupa a las familias, Aiert Etxaniz, lamentó que el Gobierno foral contemple la rebaja del nivel de la obra, ya que retrasaría la vuelta a casa de los afectados con el consiguiente «desgaste personal» que supone estar realojados durante meses en una vivienda que no es la suya. Agregó que la paralización de las obras acrecentaría los daños que pueden agravarse con el mal tiempo y destacó que «con las lluvias se está filtrando agua y tierra en las casa» y temen que puedan dañarse sus estructuras.

Los afectados remarcaron que a nivel municipal sus representantes mantienen todas las semanas reuniones sociales y técnicas para resolver los problemas que se presentan e inciden en que las familias afectadas necesitan la certeza de que los trabajos continuarán con una buena marcha y con la financiación precisa.