K.L.
«I, Daniel Blake»

La siempre temible trastienda burocrática

Tras haber postergado su retiro del medio cinematográfico con “I, Daniel Blake”, nos queda la duda de quién asumirá el legado de este autor que ha sido criticado por muchos debido a su empecinamiento en mostrar la cara menos amable de la sociedad actual y dirigir su interés en la trastienda de una Gran Bretaña empecinada en exterminar al proletariado.

Yo soy de los que opina que siempre hace falta un martillo pilón como Ken Loach y en su enriquecedora relación con el guionista Paul Laverty, ha vuelto a dar en la diana a la hora de narrar la odisea vital de una de esas personas anónimas que un día fueron consideradas como clase media y que ahora, por designio divino del capitalismo salvaje, se ha transformado en un superviviente, un auténtico guerrillero de la era moderna. Efectivamente, Loach da lo que siempre ha aportado y mantiene el mismo pulso acostumbrado, lo cual quiere decir que las cosas siguen igual o peor.