GARA
BILBO

Aumentan las denuncias por violencia machista en la CAV

En 2015 se incoaron 5.800 procedimientos, un 2,11% más que el año anterior, según la memoria de la Fiscalía. Tres mujeres murieron a manos de sus parejas o exparejas y hubo 1.640 sentencias condenatorias.

El año pasado aumentaron las denuncias relacionadas con episodios de violencia machista en la CAV. La Memoria de la Fiscalía recoge que en 2015, año en el que fallecieron tres mujeres, se denunciaron 5.800 delitos de violencia sexista, un 2,11% más que en el ejercicio anterior. Además, se dictaron 1.640 sentencias condenatorias, el 55,42% por conformidad.

Según informaron las agencias, el fiscal superior de la CAV, Juan Calparsoro, realizó una «lectura positiva» de estos datos, que, a su juicio, ponen de manifiesto que «cada vez se denuncian más este tipo de delitos. Lo cual no quiere decir que haya más violencia de género, sino que las mujeres se sienten más arropadas por las instituciones».

Calparsoro también mostró su preocupación por el incremento de los casos de acoso sexual a menores a través de redes sociales e informó que en 2015 se abrieron 489 diligencias por delitos contra la libertad sexual, entre los que figuran siete casos de abusos sexuales a menores de 16 años y otros siete por agresiones sexuales a menores.

Además, alertó de la proliferación de comportamientos delictivos a través de la red, y puso como ejemplo el uso de identidades falsas para contactar con niños y así obtener imagenes de contenido sexual para su distribución. Por último, Calparsoro hizo hincapié en los abusos y agresiones sexuales a menores y personas con discapacidad, delitos que «mayoritariamente se dan en el ámbito familiar».

Acusación popular

Por otro lado, la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Bilbo aprobó ayer ejercer la acusación popular contra el detenido por la muerte de Arantza Palacios, cuyo cuerpo fue hallado con signos de violencia el 23 de julio.

La decisión de personarse en el juicio ya fue anunciada por el alcalde, Juan Maria Aburto, en la concentración silenciosa convocada el 30 de julio. Un día antes la Junta de Portavoces condenó la muerte de esta mujer, «asesinada como consecuencia de ser víctima de una lamentable situación de violencia de género».