Uno de los mayores descubrimientos del cineasta Michael Winterbottom, experimentos a un lado, ha sido la extraordinaria pareja cómica que forman Rob Brydon y Steve Coogan. La idea de juntar a estos dos humoristas británicos en una película viajera sobre gastronomía no pudo ser más brillante, por eso mismo dicha unión no se podía limitar a un solo largometraje. El proyecto permanece abierto y vincula por igual al cine y la televisión, motivo por el cual “The Trip” (2010) ha tenido su secuela cinematográfica, y también la televisiva en formato de miniserie televisiva de seis capítulos. Se debe a que la continuación da para más que el original, porque en la primera película la improvisada pareja de gourmets se limitaba a recorrer el norte de Inglaterra. En “Viaje a Italia” (2014) el reto gastronómico y turístico ya es mayor, porque recorren el país transalpino desde el Piamonte hasta Capri, pasando por la Toscana, Roma y la costa amalfitana. Tienen una semana para trasladarse de un lugar a otro y visitar seis restaurantes, de cara a hacer un reportaje para el dominical “The Observer”.

Michael Winterbottom ridiculiza de nuevo la tendencia tan en boga de que rostros conocidos comenten temas sobre los que no entienden, y está claro que Brydon y Coogan se lo pasan bien viajando y comiendo gratis, pero ni siquiera se molestan en tomar notas, puesto que da igual. Al cineasta no le interesan sus opiniones o gustos en materia de comida o vinos italianos, que no van más allá de los de cualquier turista, sino que aprovecha la situación para recrearse en las obsesiones profesionales de dos actores que ni en sus vacaciones pueden dejar de hablar de sí mismos y de su oficio. Gracias a ello continúa el show de imitaciones a estrellas de la pantalla, envueltas en un sinfín de divertidas referencias cinéfilas, sobre todo de históricos rodajes anglosajones en Italia.