Los sindicatos volvieron a movilizarse ayer para poner freno al ERE de despido colectivo presentado por la dirección del Banco Popular, que afectaría a 2.894 trabajadoras y trabajadores en el Estado español de un colectivo de 12.910. De esos despidos, 173 se producirían en Hego Euskal Herria, donde cerrarían 18 sucursales, según datos aportados por LAB.

El sindicato abertzale recordó que la dirección del Popular alega un descenso continuado de ingresos, un menor ratio de eficiencia, un uso cada vez mayor de la banca electrónica y, en términos comparativos, una menor reducción de plantilla que otras empresas del sector durante los últimos tres años.

Los despidos han sido planteados de la siguiente manera: por un lado, 1.900 trabajadores y trabajadoras: 80 de entre 55 y 57 años, 120 de 58 años y 1.700 de 59 a 63 años, con unas condiciones tipo “prejubilaciones”, cobrando la prestación de desempleo y complementando el banco hasta un porcentaje del salario neto pensionable del Convenio de Banca. Por otro lado, plantea bajas incentivadas y movilidad geográfica para otros 1.000 empleados.

La sección de LAB que forma parte de la comisión negociadora del ERE ha planteado a la dirección la retirada del mismo, ya que considera «una barbaridad» el despido del 22,42% de la plantilla y no ve viable «que el banco pueda seguir dando los mismos servicios que hasta ahora con 3.000 trabajadores y trabajadoras menos».

Alternativas viables

Frente a este ERE, LAB ha propuesto «alternativas viables, no traumáticas y de menor impacto social». Entre ellas, la elaboración de un plan de prejubilaciones voluntarias, para los mayores de 59 años, el estudio de un posible ERTE a base de suspensión de contratos y reducción de Jornada, que evite los despidos, y la posibilidad de bajas incentivadas, también voluntarias, en caso de que fuese necesario.

Al mismo tiempo, los delegados del comité de empresa del Banco Popular en Bizkaia –integrado por CCOO, ELA, UGT y LAB– indicaron ayer que «solo una respuesta unánime puede revertir este ERE». Precisamente, ayer se llevó a cabo una concentración en la Gran Vía bilbaina, con posterior manifestación. «Este es el momento de ser activos y solidarios en la defensa de nuestros puestos de trabajo», señalaron dirigiéndose al conjunto de la plantilla del banco.