En 1966 Benito Lertxundi se dispone a grabar su primer single. En 1967 la discográfica Cinsa le publica, bajo el logo de Ez Dok Amairu y con portada de Nestor Basterretxea, un ep de cuatro canciones: “Egia”, “Egunsentia”, “Zenbat gera” y “Loretxoa”. Llegarían tres eps más antes de que debutase en 1969 con Herri Gogoa en elepé con disco homónimo. Una portada clásica en el recuerdo con tres perfiles de Lertxundi.

Habría más referencias a 45 rpm y discos dignamente ambiciosos como “Zuberoa/ Askatasunaren semeei” o “Altabizkar/ Itzaltzuko bardoari”. El calendario está en 1981. Las historias, éxitos, lágrimas, risas que restan aún por cruzarse son una inmensidad. Todos los gestos, buenos y malos, briosos y calmados, acertados y disparos al palo son la sabia experiencia y el presente: «Ahora mismo hago las cosas de manera más sencilla y natural, y a veces tengo la impresión de que las canciones antes de hacerlas ya estaban hechas», reflexiona Lertxundi, quien lejos de entrar en las dinámicas de reediciones con remasterizaciones solo quiere que las canciones suenen como las escucha interiormente, «todo lo demás queda en segundo plano», matiza.

Le hablamos a Lertxundi de un potencial ajuste de cuentas con algún disco concreto, una grabación rebelde por la causa que fuere o bien por afrontar en directo al completo un disco singular de su carrera. «Respecto a la primera cuestión, a veces pienso que tengo una cuenta pendiente con ‘Altabizkar’, pero ocurre que ahora mismo me encuentro en una fase muy diferente y echar la mirada atrás me resulta un poco costoso. En cuanto a la segunda sugerencia, el momento en el que vivo no estoy pensando en tal cosa, pero quizá en un futuro no muy lejano pueda surgir la idea de hacerlo».

Lo más inmediato es disfrutar de la actuación en Durango el próximo 3 de diciembre en Ezkurdi Jai Alai Pilotalekua. 22.00. Entradas a la venta en Txukun taberna, Jai Alai taberna, Hitz liburudenda (Durango), Kali Ostendi taberna (Matiena) y Kutxabank. Precio, 18 euros.