La manifestación convocada por Sare para el sábado 14 de enero en Bilbo se prevé multitudinaria y ya ha comenzado a recibir la adhesión de colectivos y rostros conocidos, como los de Kepa Junkera, Gema Zabaleta o Maialen Lujanbio, cuyos mensajes pueden verse en la página web de la red ciudadana. En las próximas semanas seguirá dando cuenta de los apoyos recibidos, pero tal y como destacaron ayer en Bilbo integrantes de la iniciativa en defensa de los derechos de las personas presas y sus familiares, es importante la implicación personal de la ciudadanía, junto a la de agentes políticos, sociales y sindicales, así como la de «todas y cada una de las instituciones».

«¿Se imaginan a decenas y decenas de miles de personas con el dedo índice alzado desde la calle Autonomía hasta el Ayuntamiento?» interpeló ayer Sare en Bilbo, a modo de reto para poner en valor «la fuerza que transmitiría esa imagen» y subrayar la importancia de que cada persona que defienda los derechos humanos se convierta en protagonista «de una movilización de semejante calibre».

Trasladó Sare la importancia de «dar un paso adelante hasta conseguir el impulso necesario» y destacó que la de Bilbo el 14 de enero será la fotografía de la «fortaleza» y de la «convicción» de un pueblo «con los derechos humanos y con la resolución del conflicto y la consecución de una paz justa y duradera». «Con el dedo alzado, quiero que me vean desde las estrellas, estoy aquí, soy visible, que me vean desde Madrid, desde París y desde Bruselas. Que vean que aquí hay un pueblo en favor de los derechos humanos», desearon Arantza Aldezabal y Ainhoa Azkarate. En un mensaje leído en euskara y castellano, respectivamente, resaltaron el «especial simbolismo» de esa mano que levanta el dedo índice y que será el soporte del mensaje que lanzará la movilización ciudadana de enero.

Dos vagones imprescindibles

Tras resaltar la proyección que dentro y fuera de Euskal Herria cobrará la imagen de miles de personas marchando por las calles «dispuestas a levantar un dedo y decir todas juntas ‘nik ere salatzen dut’», ambas integrantes de Sare destacaron que la fuerza de la imagen reside también en la unión de diferentes sensibilidades. Tal y como manifestó la red ciudadana, «una amplia mayoría es la que demanda el respeto de los derechos de los presos vascos» y, además, «quiere ser partícipe de este recorrido, que más pronto que tarde desembocará en un logro colectivo».

Destacó , no obstante, que ese camino que ha de transitar el tren de los derechos humanos «consta de dos vagones, la sociedad y las instituciones, y se necesita de ambas para poder avanzar». En este contexto, Sare emplazó «a todos y cada uno de de los agentes políticos, sociales y sindicales y a todas y cada una de las instituciones, a que se sumen a nuestro tren, para defender los derechos humanos, la resolución y la paz».

En respuesta a preguntas de los medios, las representantes de Sare indicaron que tras la movilización de enero, que ahora acapara todos los esfuerzos, la red ciudadana recuperará el contactos con las formaciones políticas y con el recién formado Ejecutivo de Lakua, en los que deposita la esperanza de llegar a acuerdos.