El presidente argentino, Mauricio Macri, destacó «la valentía y el coraje» de los jueces de la Sala I de la Cámara de Casación Penal que el jueves ordenaron reabrir la denuncia contra la expresidenta Cristina Fernández iniciada por el fallecido fiscal Alberto Nisman, quien la acusó de haber acordado con Irán dejar de investigar a ciudadanos de ese país acusados del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ocurrido el 18 de julio de 1994 en Buenos Aires y que se saldó con 85 muertos y 300 heridos.

Nisman presentó el 14 de enero de 2015 una denuncia contra Fernández y varios miembros de su Gobierno por el Memorándum de Entendimiento suscrito en 2013 por Argentina e Irán para destrabar las investigaciones. Según su teoría, Fernández habría accedido a desviar las investigaciones contra los sospechosos iraníes a cambio de un canje de petróleo por grano, acusación que ha negado en todo momento y combatido en los tribunales.

««Ahora me acusan de encubrir el atentado de la AMIA, ocurrido hace 22 años y medio. Lo único que les falta es acusarme de la muerte de Kennedy», respondió ayer en tono irónico la expresidenta vía Twitter.

«La mugre no desaparece»

En una entrevista con Radio Nihuil, Macri celebró la reapertura del caso porque «la denuncia que había hecho Nisman era muy grave. Hay que probarla. Cerrarla de esa manera hizo alimentar muchas más sospechas alrededor. Los argentinos queremos la verdad. No necesitamos que nos traten como gente inferior porque no podemos asumir la verdad, la podemos asumir y lo podemos corregir».

A su juicio, los jueces han demostrado «coraje» pese a la «presión», al tiempo que consideró que «es la ratificación de este rumbo nuevo que ha tomado el país. Argentina no se quiere engañar más (...) Escondiendo la mugre debajo de la alfombra la mugre no desaparece».