Koldo LANDALUZE
CRÍTICA «Un reino unido»

Un romance en mitad de un fuego cruzado

Amma Asante ha tomado la vía intermedia entre la tipología de los filmes que quieren ser más grandes que la vida misma y los dramas de época encorsetados. En su ruta, la cineasta ha recorrido un trayecto seguro y sin altibajos, ni trampas, en su empeño por dotar a este biopic de un empaque romántico que si bien no cae en la cursilería, tampoco es que ofrezca grandes cosas al espectador. Todo se resume en un discurso divulgativo que plasma en imágenes el atrincheramiento sentimental que compartieron hace 60 años una ciudadana británica y el futuro monarca de lo que conocemos actualmente como Botsuana. Es una lástima que un continente tan masacrado en todos los sentidos como África tan solo cuente en su haber con un puñado de filmes que han acertado a adentrarse en la cruda realidad de un polvorín orquestado por las grandes potencias occidentales y sean en la mayoría de los casos filmes que coquetean con la vertiente romántica y folletinesca de los siempre magníficamente fotografiados amaneceres o atarderes africanos. Si bien Asante tampoco carga excesivamente las tintas emocionales a la hora de recrear la accidentada relación interracial que comparten los protagonistas, en “Un reino unido” tampoco aflora un pulso narrativo acorde con la época en la que se desarrolla la historia y en la que asoma por su horizonte los terrores que de manera inmediata asolarían Sudáfrica. En mitad de este encadenado de secuencias que avivan la llama romántica mediante postales africanas muy bien fotografiadas y una banda sonora cargada de pompa y circunstancia, seguimos el periplo de un romance que se encuentra en mitad de un fuego cruzado orquestado por el gobierno colonial británico y las rigurosas leyes establecidas por el pueblo del futuro rey que tuvo la “mala” idea de enamorarse de una mujer blanca y en un país en el que “florecían” diamantes.