V.E.
PARÍS PUEDE ESPERAR

Viaje al Estado francés con Eleanor Coppola

El clan Coppola, al igual que el universo, es ese concepto en eterno movimiento expansivo. Si ponemos en el centro al legendario Francis Ford y vamos trazando a su alrededor todos los vínculos de sangre (y de otros fluidos corporales) que nos vengan a la cabeza, daremos con una constelación casi inabarcable de cineastas, actores, actrices, productores y demás pesos pesados sin los cuales no puede entenderse la configuración del star system cinematográfico.

El nombre de Eleanor Coppola ha estado siempre asociado al centro de este cosmos. De tal manera que su mejor trabajo, el imprescindible documental “Corazones en Tinieblas”, no dejaba de ser un making-off de “Apocalypse Now”, una de las mayores obras maestras de su marido. Ahora, con “París puede esperar”, la directora prueba suerte con la ficción y en solitario. La cinta es una road movie en la que Diane Lane, mujer en la sombra de Alec Baldwin, va esquivando (o no) los flirteos de Arnaud Viard, mientras este nos va descubriendo las maravillas de la geografía y la gastronomía francesas. Un juego amoroso a 2+1 bandos, tan alegre, agradable e inocente a simple vista como, en el fondo, cargado de mala baba reivindicativa.