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ARRASATE

La plantilla de Edesa Industrial rechaza la propuesta del grupo CNA

Los comités de empresa de Edesa y su filial Geyser-Gastech se reunirán hoy con la dirección para negociar la propuesta, «esperando que la directiva replantee su proyecto». El grupo CNA contempla cerrar la planta de Garagartza y reducir la plantilla a la mitad.

Las plantillas de Edesa Industrial y su filial Geyser-Gastech rechazaron ayer la propuesta de la dirección de empresa del grupo CNA. Según explicaron los comités, declinan el despido de 220 trabajadores y rechazan el plan industrial «en los términos presentados». Hoy se reunirán con la dirección para negociar el proyecto.

«Solicitamos un plan industrial, sólido y detallado, en el que se mantengan los puestos de trabajo y no se desindustrialice Euskal Herria», reclamaron los comités de empresa, que detallaron que, durante la asamblea de trabajadores, se explicó y se entregó por escrito el plan industrial de la dirección administrada por CNA Group, al igual que los planteamientos del propio comité.

Informaron de que el planteamiento de los comités fue apoyado «mayoritariamente» por los empleados de Edesa Industrial y Geyser-Gastech. «El plan industrial se puede mejorar mucho más y la comercialización debe ser para apuntalarlo», añadieron. La propuesta de la dirección contempla, además de reducir la plantilla más de la mitad –de los 350 trabajadores a 130–, el cierre de la planta de Garagartza (Arrasate) y limitar la producción a ollas, termos y calentadores.

Del mismo modo, los comités criticaron que la dirección se está centrando más en el tema comercial y que lo industrial es «un peaje». «Para utilizar la marca Fagor en esa comercialización deben tener un mínimo de actividad industrial y puestos de trabajo, y nos da la sensación de que es la forma de poder usar la marca para comercializar», enfatizan los comités.

La parte social remarcó que mantendrán su posición en la reunión de hoy con la dirección y que esperan que esta replantee su proyecto.

Posición de la dirección

La empresa se encuentra actualmente en preconcurso de acreedores. La dirección del grupo calán explicó el pasado 20 de julio que debe ajustar las líneas de producción, reducir la plantilla y obtener financiación no bancaria para reactivar las líneas de negocio rentables.

Argumentan, además, que la planta de Arrasate no permite la viabilidad de su actividad fabril, al margen de la contribución negativa de sus líneas de negocio. La semana pasada hizo un llamamiento a todas las partes para «que entiendan y compartan la necesidad de adaptar la nueva realidad, indispensable para mantener la viabilidad, el empleo, la producción, la marca y sea posible continuar con la actividad industrial en el País Vasco». La compañía cuenta actualmente con otras dos plantas en Eskoriatza y Basauri, aparte de la de Garagartza, fábrica que albergó la cooperativa Fagor Electrodomésticos.