EDITORIALA
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Bardenas, despilfarro que lubrica el polígono

El estudio de la Cámara de Comptos sobre algunas partidas de los gastos de la Comunidad de Bardenas revela un uso del dinero público que no es compatible con la racionalidad y buena gestión exigible a cualquier entidad pública. Los aguinaldos y comidas, el abultado capítulo de dietas e indemnizaciones, o los viajes institucionales difícilmente justificables y desmesurados a destinos ciertamente exóticos son algunos de los aspectos que destaca y critica el informe. Los beneficiarios de ese gasto han sido básicamente los miembros de la Junta, la comisión y los representantes de entidades congozantes.

Si bien algunas de esas prácticas se han corregido en los últimos años, a nadie se le escapa que tanto la causa como los destinatarios del despilfarro están íntimamente relacionados con el polígono de tiro. El canon que paga el Ministerio de Defensa por su uso es prácticamente el único ingreso importante de la Comunidad. Pero, por otro lado, el uso de las Bardenas como diana en los entrenamientos y maniobras militares cuenta con una fuerte oposición social, tanto dentro como fuera de los pueblos que forman la Comunidad, ya que los inconvenientes se sufren más allá de sus límites. De ahí las protestas que tuvieron que superar los gestores para firmar los dos últimos contratos. El primero (2001) se suscribió para siete años y con compromiso –incumplido– de desmantelamiento, pero el segundo (2008) extiende el indeseado campo de tiro hasta 2028, con un acuerdo más millonario aún y que va in crescendo.

Que el motivo de la cesión a Defensa era económico no lo ocultaba ni la Junta de la Comunidad, pero esos gastos excesivos ahora auditados revelan el lubricante usado para comprar voluntades que, llegado el momento, garantizan mantener el uso militar. Todo ello evidencia un modelo de gasto público en beneficio privado que caracterizó el régimen de UPN, probado en el caso CAN y con el agravante añadido aquí de perpetuar una ocupación armada del territorio denunciada una y otra vez por las instituciones navarras. Hoy con más razones todavía.