Amaia U. LASAGABASTER
EIBAR

La temporada comienza con una hora de adelanto

El Eibar se estrena en la competición con derrota ante el debutante Huesca. Dos buenos goles de Álex Gallar en el primer tiemposentenciaron a los azulgranas, cuya reacción en la reanudación sólo les sirvió para acortar distancias y dar emoción a la recta final.

EIBAR 1

HUESCA 2


Al Eibar se le ha quedado corto el verano. Por una vez, puede que hasta hubiera preferido jugar en lunes. O, al menos, retrasar un poquito su estreno liguero. Una hora, por ejemplo, la que le sobró al equipo, cuya reacción final sólo le sirvió para maquillar el marcador.

Volaron los primeros puntos de la temporada para hacer historia. El Huesca debutaba en Primera e Ipurua tendrá un lugar de honor en su álbum de recuerdos. Primer partido, primeros goles, primeros puntos. Bastaba con una efeméride pero el equipo oscense se encontró con, como lamentaba José Luis Mendilibar tras el encuentro, con el regalo de su rival. Y además supo aprovecharlo con una buena actuación, a la que aportó algo más, bastante más, de esas ganas que se les presuponen a los debutantes.

Fue, el del primer tiempo, un Eibar irreconocible. Y eso que el técnico zaldibartarra dejó en el banquillo o en la grada a todas las incorporaciones veraniegas: los once hombres que saltaron al campo de inicio ya defendían la camiseta azulgrana la temporada pasada –aunque Bebé jugara desde enero en Vallecas–. Con Marko Dmitrovic bajo palos se resolvió también otra de las grandes incógnitas de pretemporada. La siguiente pasa por saber, a no ser que Mendilibar se marque «un Pouso» poco previsible, cómo se tomarán Riesgo y, sobre todo, Yoel la perspectiva de pasar la temporada a la sombra del serbio.

Se despejó también otro interrogante, quién sabe si más importante, teniendo en cuenta que Dani García sólo se había perdido 15 de los 152 partidos que había jugado el Eibar en Primera hasta ayer: la primera apuesta del curso de Mendilibar para el centro del campo la formaron Diop y Jordán. No funcionó aunque la responsabilidad no fue, ni mucho menos, exclusivamente suya. A los dos centrocampistas les faltó ayuda. Por delante, por los lados y por detrás. Y esa fue, precisamente, una de las claves del pésimo primer tiempo de los azulgranas. El Huesca no sólo no se encontró con la presión con la que los eibarreses asfixian habitualmente a sus rivales, sobre todo en Ipurua, sino que además tuvo muchas facilidades en su camino a la portería local. Los balones divididos eran casi siempre, al menos cuando Diop no podía evitarlo, para los maños; y casi cada uno de esos balones se convertía en una acción de peligro.

El equipo de Leo Franco –que se había plantado en Eibar repleto de novedades pero cuyos mejores hombres ayer, Gallar, Melero y Cucho, son de los que lograron el ascenso– no tardó demasiado en aprovecharlo. Cinco minutos necesitó Gallar para sonrojar a unos cuantos rivales, plantarse en el área y batir a Dmitrovic por bajo.

No era ese tipo de motivación lo que necesitaba un Eibar desnortado a lo largo de todo el primer tiempo. Con el equipo totalmente partido en tres, la defensa hacía aguas, los delanteros apenas aparecían, Jordán no se ubicaba, Diop no daba abasto y sólo Peña, Orellana y muy esporádicamente Bebé parecían capaces de generar peligro. Aún dando mucho mejores sensaciones, tampoco llegó demasiado el Huesca. Ni falta que le hizo. El Cucho Hernández asustó y Gallar volvió a pegar. Esta vez con una falta directa a cinco del descanso.

Era evidente que el Eibar necesitaba un cambio. No tanto el que se produjo en el descanso –aunque Charles interpretó su papel mejor que Kike–, como la entrada, diez minutos después, de Escalante en sustitución de un Bebé desaparecido. Jordán se escoró a la derecha, aunque la banda fue para Peña casi por completo, Orellana se fue a la izquierda y, con el trabajo de Charles, un centro del campo más compacto y la arenga de Mendilibar en el descanso, el cuadro armero mejoró considerablemente. Una hora tarde, pero el Eibar llegaba a tiempo de mejorar su destino.

Un camino que tenía que haber comenzado con un penalti clarísimo sobre Enrich en el que, inexplicablemente, no entró el VAR. Hubo que posponerlo algunos minutos. Escalante marcó tras una buena acción de Jordán y Peña, la conexión ofensiva que mejor funcionó. Y el Eibar siguió insistiendo ante un Huesca que también tuvo la posibilidad de sentenciar a la contra.

Ninguno de los dos logró su objetivo, por fortuna para los maños y para desgracia del equipo guipuzcoano, que intentará enmendar su mal inicio el viernes en Getafe.

«El primer tiempo ha sido para borrar», lamenta Mendilibar

«Regalo» fue la palabra más utilizada en la sala de prensa de Ipurua. Todos los protagonistas coincidieron en reconocer el buen partido de Huesca pero también la pésima primera parte del Eibar.

«Hemos estado mejor en la segunda parte pero no ha sido suficiente. Si regalas una parte es muy complicado –lamentaba José Luis Mendilibar–. Lo mejor ha sido la insistencia final. Al final estábamos muy cansados pero por lo menos hemos insistido. Pero el primer tiempo ha sido para borrarlo». Un primer tiempo en el que el rival encontró muchas facilidades. «Hemos jugado un 4-2-4. Puedes jugar con dos medios centros, dos extremos y dos delanteros pero nunca un 4-2-4 conmigo. Tienen que ayudar las bandas a los medios centros, los defensas apretar a los medios centros y estar con más intensidad, uno de los delanteros bajar y dar más intensidad... En el primer tiempo no ha pasado nada de eso y cada balón que perdíamos en el primer tiempo ellos salían a la contra... Nos han hecho mucho daño».

Coincidía Rubén Peña, que deseaba que «no se repita lo de la primera mitad». «Hemos llegado 45 minutos tarde a la competición. Pero una de las ventajas que tenemos nosotros es que nos miramos cada uno y sabemos dónde hemos fallado e intentaremos mejorar para que no vuelva a ocurrir», subrayó. «Hemos regalado la primera parte», lamentó también Dmitrovic, aunque recordó que «tener días malos también forma parte del fútbol» y confió en «pasar página y aprender de nuestros errores». A.U.L.