Nada más salir del centro de detención tras purgar 30 días de cárcel por haber convocado en enero una manifestación no autorizada por el boicot en las presidenciales del 18 de marzo, el opositor ruso Alexei Navalny fue detenido por la Policía por apelar a nuevas manifestaciones contra la ley que aumenta la edad de jubilación en Rusia.

Navalny acusó entonces al poder de detenerle para impedirle participar el 9 de setiembre en una manifestación contra esa contestada reforma de las pensiones, una protesta que coincidió con la campaña a las elecciones locales y que congregó a miles de personas –un millar de ellas fueron detenidas– .

Uno de los portavoces del movimiento de Navalny señaló que «ha sido detenido porque el poder es más débil que nunca», Citó en este sentido que «la mayoría aplastante de la población se opone a postergar la edad de jubilación» y «la debacle (del partido en poder, Rusia Unida) en las elecciones a gobernador en las grandes regiones».

Aunque el partido del Kremlin venció en la mayor parte de las regiones en la primera vuelta, ha sufrido un severo correctivo en la segunda el pasado domingo. Sus candidatos fueron vencidos por el ultraderechista LDPR de Vladimir Zirinovski en Vladimir (este de Moscú) y en Jabarovsk (extremo oriente).

En Primorski, vecina de Jabarosk, la victoria del candidato oficial sobre el comunista fue invalidada por fraude masivo, la primera desde la llegada al poder. El candidato oficial en la república de Jakasia se retiró a última hora por problemas de salud tras ir doce puntos por detrás del candidato comunista.