EDITORIALA

Zer moduz? En general, muy positiva, desigual pero fructífera

Mañana concluye Euskaraldia, el experimento social que ha provocado un cambio de costumbres entre los euskaldunes. Un cambio parcial, limitado en el tiempo, pero que busca promover una concienciación y un cambio más profundo y a largo plazo. Es pronto para hacer balance, tiempo habrá, pero la experiencia de estos diez días ha dejado vivencias y reflexiones interesantes que deben servir al debate sobre el euskara y su futuro.

En general, se puede afirmar que la experiencia ha superado las expectativas. Euskaraldia ha roto inercias, ha conquistado espacios y ha ganado centralidad para el euskara. Ha permeado el debate privado y ha marcado el público, ha posibilitado un cambio de actitudes y ha desactivado otras. Ha roto dogmas y prejuicios, ha removido perezas, ha ido creciendo y sumando según avanzaba. Ha ofrecido una imagen más realista del euskara, de sus diferentes situaciones y necesidades, del punto en el que nos encontramos como responsables de una lengua que solo tiene a la ciudadanía de este país para poder salvarse y desarrollarse con normalidad.

Los compromisos y el seguimiento han sido desiguales, sin duda, lo cual responde a la situación sociolingüística que se da en los diferentes territorios del país. También se han visto topes que hay que intentar superar y temas a mejorar. Aun así, en un esquema de «cada cual según sus capacidades y a cada cual según sus necesidades», con compromisos y empatía, ha provocado un cambio muy positivo que puede ser fructífero.

Aho berdina, aurpegi desberdinak

Konpromisorik eta euskara mailarik altuena duten pertsonen bizipenak zeharo desberdinak dira UEMAko herri batean eta, adibidez, Gasteizen. Berdin familia euskalduna duen norbaiten kasuan eta ingurune guztia erdalduna duenaren kasuan. Txikitatik ikasi duenaren kasuan eta helduaroan ikasi duenaren kasuan. Testuinguruak asko baldintzatzen ditu hizkuntza ohiturak, harremanak eta orokorrean euskarak dituen eta ematen dituen aukerak. Eta Euskaraldian hau oso argi geratu da.

Zenbait tokitan ez da gehiegi aldatu ez «ahobizien» ez «belarripresten» eguneroko bizitza. Euskal Herriko beste hainbat lekutan, ordea, hamar egun hauek aurrekoen zeharo desberdinak izan dira. Ez esperimentuan parte hartu dutenentzat soilik, baita gainerako herritarrentzat ere. Horietako askoren kasuan, ezagutzen ez zuten –edo ezagutu nahi ez zuten– errealitate batez jabetu baitira egunotan: uste baino jende gehiagok dakiela euskaraz, uste baino jende gehiagok ulertzen duela euskara eta uste baino jende gehiago dagoela gure hizkuntzaren alde konpromisoak hartzeko prest.

Disposición que va más allá de escuchar

La experiencia de mantener una conversación en euskara y castellano simultáneamente ha sido extraña. El esfuerzo compartido por entender y hacerse entender ha sido intenso. La sensación que queda es muy positiva.

En general, las personas que han adoptado la figura de «belarriprest» han sido las auténticas heroínas de Euskaraldia. Los «ahobizi» han hecho un esfuerzo importante en muchos casos, cambiando el idioma en relaciones que tenían el castellano o el francés como referencia, lo cual no es sencillo. Ahora toca intentar mantener este impulso. Pero la disposición de aquellos que sin dominar la lengua se han expuesto a esta conversación bilingüe, a hablar más euskara, más incluso del que saben o ellas pensaban que sabían, es aun más admirable. Eskerrik asko, benetan.

«Txirinbolo», «corroncho», «borobila»…

Esperimentatzea zen erronka eta egunkarian hori egiten ahalegindu gara. Egun hauetako egunkarien errepasoa eginez, argi dago zenbait egun eta albistetan asmatu dugula eta beste zenbaitetan ez. Dauzkagun gaitasun eta mugak frogatu ditugu, eta ez da gutxi.

«Txirinbolo», «corroncho», «pilota»… cada uno ha bautizado como ha querido a ese redondo que hasta mañana acompañará las páginas de GARA. El experimento ha enriquecido nuestra reflexión sobre la aportación que deben hacer nuestros medios al desarrollo del euskara. Una aportación que será transmedia y se desarrollará en internet, papel, productos audiovisuales y otros medios, como el proyecto de radio en euskara que ahora mismo estamos desarrollando junto a otros.

Euskaraldia concluye mañana, pero pasado mañana debemos acertar a apuntalar lo aprendido estos días.