El presidente de EEUU, Donald Trump, iba a ofrecer anoche (madrugada en Euskal Herria) ofrecer un discurso en la Universidad Internacional de Florida, en las afueras de Miami, en el que, según adelantó la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, tenía previsto lanzar una nueva amenaza a los militares que apoyan al presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro, al advertirles de que perderán «todo lo que tienen» si no rompen con el mandatario y argumentar que su caída ayudará «a promover la democracia en Nicaragua y Cuba». Según Trump, «el camino actual hacia la democracia es irreversible».

Trump iniciaba así una semana crucial en el pulso en torno a la ayuda humanitaria que EEUU ha llevado en aviones militares hasta la ciudad colombiana de Cúcuta, donde permanece bloqueada no contar con el permiso del Gobierno de Caracas para ingresar en su territorio al considerar que sería el preludio de una acción militar no descartada por la Casa Blanca.

El autoproclamado «presidente encargado», Juan Guaidó, volvió a exigir a los militares que permitan la entrada de la ayuda el sábado 23 de febrero. Ese día se preparan movilizaciones en todo el país para acompañar a voluntarios que irán a la frontera en busca de toneladas de medicinas y alimentos acopiadas en Cúcuta y Curazao (Brasil). El chavismo, por su parte, ha convocado también manifestaciones en todos los estados.

La Fuerza Armada, principal sostén de Maduro, reforzará la presencia en las fronteras, y Guaidó no ha revelado cómo vencerán el bloqueo.

Un día antes se celebrará en Cúcuta un concierto organizado por el multimillonario británico Richard Branson para recaudar 100 millones de dólares en 60 días, que se sumarán a más de 110 millones ya reunidos, según Guaidó. Acudirán los presidentes de Colombia, Iván Duque, y Chile, Sebastián Piñera.

En contrapartida, el Gobierno de Maduro ha anunciado un concierto de dos días, 22 y 23 de febrero, en el puente Simón Bolívar, que comunica la población venezolana de San Antonio con Cúcuta, y señaló que aprovechará para llevar alimentos y atención médica desde Venezuela a la ciudad colombiana de Cúcuta por la pobreza que asegura sufren sus habitantes.