Beñat ZALDUA
MADRID

Los presos catalanes recogen el acta fuertemente vigilados

Bajo unas medidas de seguridad inéditas en el Congreso y el Senado, los cinco presos políticos catalanes escogidos para las Cortes españolas el pasado 28A recogieron ayer sus credenciales para acudir hoy a las sesiones constitutivas. Las mesas que se elijan hoy para ambas cámaras tendrán que decidir si les suspenden como parlamentarios. Eso esperan que ocurra en el Tribunal Supremo, que esta vez ha dejado la patata caliente en manos de los políticos.

Este texto puede empezarse señalando que los presos catalanes elegidos para el Congreso y el Senado fueron trasladados desde Soto del Real a las Cortes el mismo día en que el Estado español cayó seis puestos en el ranking europeo de calidad democrática realizado por V-Dem, un consorcio académico internacional. O puede comenzar apuntando que el mismo día en que Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Raül Romeva recogieron sus credenciales fuertemente escoltados por la Policía, en una imagen que los define gráficamente como presos políticos, ERC y JxCat no acertaron a ofrecer un mensaje común. Es más, se volvieron a cruzar crudos reproches sobre la cárcel de unos y el exilio de otros. Sirvan ambos arranques a modo resumen de la situación tanto en España como en Catalunya.

El traslado de los cuatro diputados y el senador Romeva a sus respectivas Cámaras se dio cumpliendo estrictamente las órdenes del Tribunal Supremo, en una secuencia que refleja tanto la incomodidad de los poderes del Estado con tener a presos con cargo de diputados, como la limitación que supone tener a diputados en la condición de presos. El traslado se realizó hacia las 10.00, hora en la que, fuertemente custodiados por policías, Junqueras, Sànchez, Turull y Rull llegaron al Congreso, donde tenían expresamente prohibido hacer declaraciones a la prensa y mantener reuniones de trabajo con sus grupos parlamentarios. Lo mismo ocurría de forma paralela en el Senado, en este caso con Romeva.

Con todo, los presos catalanes, sonrientes durante todo el trámite, sí pudieron intercambiar impresiones con miembros de sus partidos. También con otros representantes políticos que acudieron a saludar y apoyar a los presos, como fueron los representantes de EH Bildu Marian Beitialarrangoitia y Jon Iñarritu, en el Congreso, y Gorka Elejabarrieta, en el Senado –no hubo nadie del PNV–. En la Cámara Baja les dio tiempo incluso para grabar un vídeo conjunto en el que Junqueras llamó a concentrar el voto en Ahora Repúblicas para «internacionalizar la causa de la justicia y la libertad». A su lado, Iñarritu llamó a no desaprovechar la ocasión de llevar por primera vez en la historia a un preso político al Parlamento Europeo, más aún teniendo en cuenta que es el candidato de ALE a la Presidencia de la Comisión.

También grabaron sus vídeos –por separado, claro está–, los diputados de JxCat. Turull deseó que «no nos impidan hacer de diputados», mientras que Sànchez aseguró recoger el acta «con la voluntad de servir a toda la gente que el 1-O fue a votar y que expresó de manera digna, pacífica y democrática la voluntad de ser libres».