Pep Guardiola se entrevistó con cuatro periodistas del canal deportivo Gol durante noventa minutos que es el tiempo que dura un partido de fútbol. Los periodistas deportivos que se reunieron tienen todos antecedentes futboleros, especialmente ella, una de las mejores comentaristas de fútbol. Hablaron mucho, de manera extensa, de manera técnica de fútbol. Y uno de los conceptos más reiterados fue el de juego posicional. Tomo la idea por los pelos y señalo lo importante que es posicionarse en esta vida, especialmente cuando alguien tiene una repercusión pública significativa.

Porque Guardiola planeó algo muy importante: «¿por qué yo como entrenador de fútbol no puedo posicionarme y opinar políticamente como ciudadano y un periodista sí?» Claro, es una persona estigmatizada porque apoya al independentismo catalán y defiende a los presos políticos. Pero es que casi en la misma frase señaló la gran indecencia judicial y política que se está cometiendo con los chavales de Altsasu, es decir abrió el diapasón, se situó ante todas las injusticias vengativas de unas leyes utilizadas como venganza irreflexiva.

Se está celebrando el campeonato del mundo de fútbol femenino en Francia, un magnífico espectáculo retransmitido en directo, una muestra de que se está moviendo algo. Destaquemos que varias jugadoras de varios equipos manifiestan con plena libertad su inclinación sexual. Parece que no hay armarios como en el fútbol masculino. Una de las mejores jugadoras del campeonato es norteamericana, casada con una jugadora de baloncesto, activista, que desprecia a Trump y aseguró que, si ganan otra vez el campeonato, ella no acudirá a la recepción en la Casa Blanca. Su posición tendrá consecuencias, pero de momento, es importante que desde esa plataforma futbolera universal se escuchen voces críticas.