Iñaki IRIONDO

Las fiestas de María Magdalena

A Javier Maroto nos lo imaginamos esta mañana nervioso en la constitución de las comisiones del Senado, no solo por si le cae alguna presidencia, que le reportaría otros 1.516,76 euros al mes, sino porque ya que se habrá perdido la suelta de toros infantiles de las 12h., a ver si llega al concurso de tartas y tortillas de las 18h. Luego hay «master-class de Zumba en la Plaza Mayor» y a la noche, concierto de «La banda feliz» y discomóvil. Porque su pueblo, Sotosalbos, está de fiestas de María Magdalena. Desde el sábado pasado al domingo 4 de agosto. Ese último día, Maroto va a tener un serio dilema existencial: coincide el fin de feria de su pueblo con la bajada de Celedón, de quien suponemos que todavía se acordará. Tras la misa y procesión de las 13h puede coger el coche, en tres horas llegar para las 18h a Gasteiz, y volver luego a la carretera y regresar a Sotosalbos para la cena de las ≠.

Todo esto es tan ridículo que hasta los medios de la derecha se han burlado. “El Español” de Pedro J. se paseó por el pueblo con una foto de tamaño real de Javier Maroto y, como todo el mundo sabía, nadie le conoce ni le han visto por allí. Estas fiestas son su oportunidad.