El proyecto de Facebook de crear una nueva criptomoneda –Libra– utilizando tecnología similar a la del bitcón sigue generando críticas, alimentando posturas opuestas y planteando preguntas a las que deberá responder su responsable, Mark Zuckerberg, el próximo miércoles ante el Congreso estadounidense, que valorará el impacto del gigante de las redes sociales en los servicios financieros y el sector de la vivienda.

Será el único representante de la compañía con sede en Menlo Park (California) en acudir a la audiencia ante el comité de servicios financieros, que también barajaba la comparecencia de la directora de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg.

La cita llega precedida de una creciente ola de críticas hacia el proyecto Libra por parte de reguladores y parlamentarios en Estados Unidos y Europa.

En julio, David Marcus, director de la empresa subsidiaria de Facebook que lleva adelante el proyecto de la criptomoneda, defendió los planes de la compañía durante más de dos horas en el comité bancario del Senado. Marcus y otros ejecutivos de Facebook manifestaron que la nueva divisa digital podría ayudar a bajar los costos del mercado global de transferencias monetarias y ayudar a quienes no tienen acceso al sistema bancario. Sus declaraciones no cayeron en saco roto.

Efecto en el sistema financiero

No fueron pocos quienes recordaron los pasos en falso anteriores de Facebook sobre la privacidad del usuario y la seguridad de las elecciones, razones por las cuales alegan que la compañía no debería pasar a los servicios financieros.

Los encargados de formular las políticas están preocupados por el efecto de la adopción generalizada de Libra por los 2.380 millones de usuarios de la compañía de redes sociales en el sistema financiero mundial.

«Los planes de Facebook plantean serias preocupaciones de privacidad, comercio, seguridad nacional y política monetaria. No solo para los más de 2.000 millones de usuarios de Facebook, que tendrán acceso inmediato a estos productos, sino también para los consumidores, inversores y la economía mundial», afirmó en julio la presidenta de la comisión, Maxine Waters, quien ha pedido a Facebook que detenga la implementación de la criptomoneda hasta que los reguladores y el Congreso puedan promulgar un marco legal.

Los legisladores están preocupados de que la moneda pueda usarse para eludir las normas de lavado de capitales o que pueda socavar el control del gobierno sobre el flujo de dinero.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, dijo que libra podría representar un riesgo para el sistema financiero, lo que provocó críticas del presidente Donald Trump y del secretario del Tesoro, Steven Mnuchin. Los ministros de Finanzas de Francia y Alemania anunciaron que bloquearán el proyecto y preparan medidas..

«No es bienvenida en Europa»

El ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, firme opositor del proyecto, declaró que «Libra no es bienvenida en el territorio europeo. Vamos a tomar medidas con los italianos y con los alemanes porque nuestra soberanía está en juego».

En Washington, donde participó en la reunión del G7 iniciada el jueves, indicó que no aceptará que «una empresa multinacional privada tenga el mismo poder, la misma potencia monetaria que los Estados soberanos que están sometidos a un control democrático».

También desde Washington, el ministro alemán de Finanzas, Olaf Scholz, se pronunció en el mismo sentido y se declaró muy escéptico con Libra.

«Estoy a favor de no dejar que un tipo de moneda global se establezca, porque esta es la tarea de Estados democráticos», señaló ante la prensa.

Y el G7 aseguró que la moneda digital representa «serios riesgos».