Coincidiendo con el inicio de la campaña electoral, qué casualidad, ‘‘El Mundo’’ editaba con extensión y detalle los beneficios a ‘‘presos de ETA’’ durante los 14 meses del Gobierno de Sánchez. Cuarenta y cinco beneficios para las presas y presos del Colectivo: 30 traslados y 15 progresiones de grado. Con algo de habilidad y mucho de información sesgada, hacen que esto suene bien: a alta traición. Es bueno empezar apuntando que llaman beneficios a la aplicación de la legislación penitenciaria ordinaria, y que ni siquiera son lo que esa misma legislación entiende como beneficios. También, que se les ha olvidado añadir que, para cerca de otras 200 presas y presos vascos, no ha habido traslados ni flexibilización del régimen penitenciario ni en los últimos 14 meses, ni en los últimos 8 años, aunque en este caso no serían 200 sino más de 600. Que solo los familiares de 30 de los 208 presas y presos vascos que hay actualmente en el Estado español, tienen que recorrer menos de 800 km para visitarles. Y que los presos gravemente enfermos, continúan encarcelados y privados de las condiciones necesarias para hacer frente a su enfermedad. En fin, que no cunda el espanto; los partidarios del sufrimiento, la venganza y la crueldad, pueden estar tranquilos. No hace falta que le retiren el voto a Pedro Sánchez: ha cumplido.