GARA
Nueva delhi

La Justicia india permite erigir un templo hindú donde fue destruida una mezquita

El Tribunal Supremo indio abrió ayer la vía a la construcción de un templo hindú en un lugar sagrado del norte del país, objeto de disputa durante décadas con los musulmanes y donde en 1992 fue destruida la mezquita Babi, de 460 años de antigüedad. La decisión, una victoria para el Gobierno nacionalista hindú de Narendra Modi, debería poner fin a años de polémica y violencia, pero hace temer nuevos enfrentamientos.

La destrucción de la mezquita a manos de una turba de nacionalistas hindúes desató los enfrentamientos más graves en India desde su independencia en 1947, en los que murieron 2.000 personas, la mayoría musulmanes. Diez años después, 59 hindúes murieron en el incendio de un tren procedente de Ayodhya, lo que provocó nuevos choques que dejaron otros mil muertos.

El Supremo determinó que el lugar de Ayodhya tiene que ser entregado a un consorcio que supervisará la construcción de un templo hindú y que otro terreno en Ayodhya será entregado a los musulmanes para que erijan una nueva mezquita.

Según la prensa local, el fallo dice que las pruebas arqueológicas demuestran que hubo una estructura «de origen hindú» antes que una mezquita.

Los nacionalistas hindúes –entre ellos partidarios del Bharatiya Janata Party (BJP) de Modi– creen que Ram, su dios guerrero, nació en Ayodhya, y que Babur, el primer soberano musulmán del imperio mogol, hizo construir la mezquita Babi en el lugar de un templo hindú.