El Ibex no acusó ayer ningún movimiento brusco tras conocerse el resultado electoral en el Estado español. Esta situación de tranquilidad se dio también con la prima de riesgo, que se situaba sin grandes variaciones por debajo de los 67 puntos. Puede decirse que no hubo reacción alguna en la bolsa pese a que, básicamente, se mantiene el escenario político previo. Por tanto, son necesarios acuerdos para formar gobierno y diseñar un programa de consenso capaz de dar satisfacción a las partes implicadas.

No obstante, la sesión tuvo un sesgo negativo, dado que el índice se pasó toda la mañana en números rojos. La dirección cambió a partir del mediodía al iniciar un rebote que le sirvió para enjugar prácticamente todo lo perdido. Hoy saldrá con 9.388,50 puntos, después de ceder un leve 0,06%. Las plazas europeas, excepto la de París (+0,07%), tampoco lo hicieron mejor y acabaron con caídas modestas. Londres, el más castigado, bajó un 0,42%; Fráncfort, un 0,23%; y Milán, un 0,19%.

En Nueva York, los máximos históricos del viernes daban paso en la apertura de ayer a las pérdidas, aunque no muy profundas. Al cierre de las negociaciones en Europa, los tres índices principales cedían menos del 0,50%. Los inversores siguen con la mirada fija en las negociaciones comerciales entre EEUU y China, que todavía no han dado su fruto en forma de acuerdo firmado. Falta por saber si el desmentido de Trump sobre la rebaja progresiva de aranceles a los productos chinos no termina afectando al proceso.

En el Ibex, los mejores fueron Indra (+1,73%), Meliá (+1,27%) y Siemens Gamesa (+1,22%), frente a Caixabank (-1,04%) y Cellnex (-0,88%), que encabezaron las caídas. Iberdrola (-0,78%) y Santander (-0,58%) fueron los peores entre los grandes.