La Policía y el Ejército bolivianos mataron al menos a nueve personas y causaron decenas de heridos y más de 100 detenidos en una protesta en Cochabamba contra el Gobierno golpista.

Los fallecidos, nueve cocaleros, presentaban heridas letales en la cabeza y el pecho, según un representante de la Defensoría del Pueblo, Nelson Cox. Varios heridos se encontraban muy graves. «No ha existido un enfrentamiento, ha sido una arremetida de fuerzas policiales y militares en contra de la población civil», concluyó Cox,

Los hechos tuvieron lugar en la ciudad de Sacaba, cuando las fuerzas de seguridad impidieron que cocaleros y sindicalistas llegaran a la ciudad. La Policía atribuyó la responsabilidad a los manifestantes y mostró armas supuestamente incautadas.

Por su parte, el presidente Evo Morales condenó «ante el mundo que el régimen golpista que tomó el poder por asalto en mi querida Bolivia reprime con balas de las Fuerzas Armadas y la Policía al pueblo que reclama pacificación y reposición del Estado de Derecho. Ahora asesinan a nuestros hermanos en Sacaba, Cochabamba».

Morales pidió que las Fuerzas Armadas y la Policía bolivianas «paren la masacre».

Cuba retira a los médicos

Hasta el momento se han registrado 24 fallecidos, más de 500 heridos y 600 detenidos tras de las elecciones del 20 de octubre y el posterior golpe. La alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, denunció el «uso innecesario o desproporcionado de la fuerza por parte de personal policial o militar».

Entre los hostigados se encuentran 725 profesionales sanitarios cubanos que estaban trabajando en Bolivia. Tras la detención de varios de ellos, Cuba ha decidido repatriar a todos.