Raimundo Fitero
DE REOJO

Morfología

Estaba dispuesto a escribir un tratado sobre la morfología del político oportunista y me encuentro con unos datos que me colocan en el vuelo de una noche de luna llena que me da en plena sensibilidad. Dicen que el juego de moda en todas las pantallas y para todas edades, Fortnite, ha recaudado diecinueve (19) veces más dinero que todo el cine español, que debe ser el cine que se hace amparado en la legislación española. Que la medida sea un número primo da todavía más trascendencia al dato. Estamos en una transición hacia el espacio sideral donde cine, televisión, series, derechos, plataformas, alternancias, lenguajes, contenidos se mezclan para convertir todo lo audiovisual en una transfusión de ideología que los decodificadores no saben seleccionar.

Estaba dispuesto a escribir un tratado sobre la morfología del político de cartón piedra y se me cruzan dos lamentables noticias. Una, el reconocimiento de Irán de que por un fallo humano derribó el Boeing ucranio donde perecieron ciento ochenta personas. Pedir perdón parece muy poco. Siento que algo está sucediendo con mis esfínteres. Entre el asco, el miedo y la confirmación de que esto va a peor a pasos agigantados. Un fallo humano en una potencia que está a punto de tener bombas atómicas cuesta asimilar. 

La otra, de la empresa Boeing, que dice uno de sus portavoces que esos aviones que los han llevado a la ruina y que deben retirar, «estaban diseñados por payasos y supervisados por monos». Con respeto, me cago en los muertos de los que así se expresan. Ningún payaso ha diseñado nunca un avión que no sea de papel. Lo han diseñado súper ingenieros, multimillonarios, con equipos de centenares de ingenieros y asesores derrochando toneladas de millones de dólares. Si los monos hubieran revisado no hubieran dejado volar a ningún avión.