Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - COPA MÁLAGA 2020

Séptima final merengue seguida

Facundo Campazzo y Walter Eddy Tavares fueronmás que suficienfes para borrar del mapa a unValencia Basket que jamás creyó en sí mismo. Los de Laso no se pierden una final copera desde 2014.

REAL MADRID 91

VALENCIA BASKET 68


La última vez que el Real Madrid no estuvo en una final de Copa fue en la edición de Gasteiz 2013. Desde entonces, incluyendo la finalísima de hoy a las 18.30, ya suma siete seguidas. De hecho, de las 11 últimas ediciones, la escuadra merengue ha estado en 10, ganando las ediciones de 2012, 2014, 2015, , e016 y también 2017. En este último año, Valencia Basket opuso una severa resistencia para caer por 97-95, disponiendo además de un triple ganador.

Sin embargo, ayer casi no hubo semifinal. Entre Campazzo y Tavares asustaron a un Valencia Basket que ni siquiera intentó poner en aprietos a los de Laso, y que alcanzarán la finalísima casi sin sudar. El cuadro taronja no se enteró que la semifinal había comenzado, hasta que el Real Madrid ya ganaba por 9-0, con un Campazzo jugando a placer frente a Vives y con Tavares eclipsando a Dubljevic. Jaume Ponsarnau acertó entonces a la hora de dar minutos a Colom, ya que de la mano del ex de Bilbao Basket el cuadro valenciano al fin empezó a jugar a algo, replicando on un parcial de 0-7 y mejorando un poco la defensa.

Esa mejora en defensa fue la única luz del juego valenciano, porque en ataque estático las cosas eran bien distintas. El Real Madrid, pese a sumar alguna pérdida de más, halló el acierto desde el triple, mientras que su rival seguía negado. Los de Laso cerraban el primer cuarto ganando por un cómodo 18-11, con 8 tantos de Campazzo y seguridad por sentirse superiores.

Tan superiores, que el segundo cuarto arrancó con un parcial de 10-2. Valencia Basket aún debió dar gracias a que los merengues abusaban del triple sin acierto, aunque Felipe Reyes engordaba su leyenda de excelso reboteador. Ello le valió endosarle un parcial de 0-7 al cuadro madridista, con Dubljevic anotando el primer triple taronja.

Vano espejismo. La entrada de Tavares y Causeur volvió a meter el pánico en el cuerpo a los de Ponsarnau, que regalaban, o casi, la victoria a su rival ya en tiempo de descanso: 34-20 y la sensación de que el pescado estaba totalmente vendido.

El regreso de los vestuarios no hizo sino refrendar esa sensación. Campazzo las podía meter él, o regalárselas a Randolph o Carroll, que se apuntaron a la fiesta. Valencia Basket también las iba metiendo al fin, pero sin otro propósito que maquillar mínimamente el resultado.

La renta llegó a ser de 30 puntos, y quizá la vergüenza torera de Alberto Abalde disimuló algo la paliza. Mientras, Pablo Laso sacó a relucir a todos sus veteranos, y hasta Sergi Llull regaló al respetable algunas de sus célebres «mandarinas», al tiempo que Nico Laprovittola, que ha pasado en un año de ser el jefe del Joventut a ser la ficha número 12 del Real Madrid, al fin pudo disponer de minutos de juego. A ver si el adversario madridista de hoy se lo cree algo y pueda ofrecer resistencia en la finalísima.

Unicaja, a dar continuidad a su título copero de 2005

Unicaja sumaba su única Copa en su palmarés en Zaragoza en el año 2005, superando al Real Madrid con Jorge Garbajosa como MVP. Habrá que ver si aquel Unicaja que dirigía Sergio Scariolo va a tener o no continuidad hoy en el plantel que maneja Luis Casimiro, después de que superara al Morabanc Andorra de Ibon Navarro por un claro 92-59.

Por lo pronto, los malagueños podrán jugar en casa la primera final copera de su historia después de la que perdieran frente a Saski Baskonia en Madrid, en el año 2009, con Aíto García Reneses en el banquillo.

Ya desde el primer momento, los malagueños jugaron mucho más cómodos, en buena medida por el inspirado día de Jaime Fernández pese a sus problemas en el tendón de Aquiles. A partir del 20-16, los andaluces endosaron un parcial de 16-0 con el que rompieron el partido, pese a las arengas y hasta la técnica que se hizo pitar Ibon Navarro. Lo único que consiguió el técnico gasteiztarra fue que el marcador fuera de 48-30 en tiempo de descanso.

Hannah, a golpe de triple, dio picante a la semifinal. Sin embargo, tras arrimarse el cuadro andorrano hasta un 52-40, Unicaja reaccionó y pulverizó a su rival con los triples de Waczynski y la capacidad física de Adams. A ver qué tal juegan la final. A. G.