AITOR UGARTONDO
Hernani

«Votes for future»

Estamos en el año 2020. Los jóvenes y la ciencia cada vez tienen más claro que el mayor problema al que nos enfrentamos es el deterioro del medio ambiente, el cambio climático, las extinciones y la falta de biodiversidad.

En este contexto, cuando vaya a votar, tendré muy en cuenta de cuál ha sido el comportamiento del Gobierno Vasco ante las disyuntivas que se le han planteado entre proteger el ecosistema o proteger otros intereses que perjudicaban la naturaleza y el medio ambiente. La economía puede ser buena si se adapta al interés común y tiene en consideración el futuro del planeta, pero el Gobierno y las diputaciones vascas han defendido la obsoleta economía del crecimiento rápido, beneficio inmediato, del agotamiento y contaminación de los recursos naturales y de la extinción. No asumen ni predican la economía del bien común, con su necesaria transición energética, económica, alimentaria y ética. Sólo marketing.

Los hechos son los siguientes: defendieron el fracking que contamina el agua. Defendieron y pidieron la fumigación de los montes con óxido cuproso para satisfacer a los empresarios madereros del monocultivo. Defendieron el diesel frente al estímulo de las alternativas. Eliminaron la recogida selectiva de basuras (puerta a puerta) en los municipios guipuzcoanos y fomentaron las incineradoras de residuos. No controlaron los deshechos en los vertederos y se les vino encima la crisis de Zaldivar. Y, para finalizar, el diputado general de Álava, se convierte en principal ariete y defensor destacado del exterminio del último lobo del País Vasco. Votaré a quien defienda con mucha mayor convicción y urgencia el futuro de la vida en el planeta.