Las bolsas comenzaron abril con más desplomes. Ayer, los inversores se toparon, otra vez, con la cruda realidad: el coronavirus está lejos de haber llegado a su cima de contagios en el mundo. En Estados Unidos, el presidente Trump fijaba los muertos previstos entre 100.000 y 240.000, siempre y cuando tengan éxito las medidas de confinamiento y restricciones de la actividad económica. Además, aumentan las especulaciones sobre una falsificación de los números presentados por China, que podría haber ofrecido una cifra de afectados y muertos por la pandemia muy inferior a la real.

En este contexto tan negativo, las bolsas se hundieron sin remisión, dejando de lado los datos menos malos de lo previsto en marzo para el empleo privado y la actividad manufacturera de Estados Unidos. Para los analistas no tienen transcendencia, puesto que será en este mes cuando se tendrá una imagen más precisa de los fatídicos efectos del coronavirus en su economía.

El Ibex perdió un 3,04%, hasta los 6.579,40 puntos. El resto de los grandes índices europeos también estrenó abril con caídas. París bajó un 4,30%; Fráncfort, un 3,94%; Londres, un 3,83%; y Milán, un 2,97%. En Nueva York, los recortes se impusieron desde la apertura. Media hora después del cierre en Europa, el Dow Jones y el S&P 500 retrocedían más de un 3%, mientras que el Nasdaq Composite restaba por debajo de ese porcentaje.

En el Ibex, otra ronda de castigos duros para Cie Automotive (-7,75%), ArcelorMittal (-7,06%), BBVA (-6,47%) e IAG (-6,36%). Los grandes valores terminaron en rojo: Inditex se dejó un 4,86%; Santander, un 3,22%; Repsol, un 2,78%; e Iberdrola, un 2,38%. Ence (+4,16%) y Merlin (+3,93%) lideraron las subidas.