Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Esperanza

Cuándo todo esto acabe, ¿qué nos vamos a encontrar?”. El título corresponde a un reportaje, publicado en este medio el pasado domingo, 12 de abril. Hablaba sobre qué podrá ocurrir cuando el coronavirus se haya alejado de nuestras vidas y volvamos a lo que, hasta ahora, hemos llamado «normalidad». Esa es la pregunta que repito todos los días cuando intento autoconvencerme de que estas cuarentenas tendrán que terminar algún día. Al pensar en ello, me doy cuenta de que las respuestas me desasosiegan más que la preguntas. Y a pesar de que algunas hipótesis dicen que esta crisis nos hará reaccionar ante los desastres del sistema, no logró vencer mi malestar. Cuando salgamos a la calle, nos daremos de bruces con una recesión económica que volverá a desatar el miedo y, con él, la resignación de aceptar sumisas lo que las ideologías dominantes quieran que haya. La desigualdad no habrá desaparecido, continuará ahí, apuntalando las diferencias sociales y de género que regulan la vida y hasta la muerte. El sistema que nos llevó al coronavirus no se ha ido, ni han desparecido sus guerras ni su insolidaria inhumanidad. Solo las hemos apartado de nuestras urgencias sociales y emocionales. Sartre decía que «la esperanza ha sido siempre una de las fuerzas dominantes de las revoluciones e insurrecciones». Como él, diré que «todavía siento la esperanza como mi concepción del porvenir». Esperanza ante todo para hacer frente y luchar contra lo que nos espera y contra lo que vamos a encontrar.