Amparo Lasheras
Periodista
AZKEN PUNTUA

Mirando fotografías...

El otro día perdí el tiempo mirando fotografías que desde hace décadas guardo en cajas. Y digo que perdí el tiempo porque es una actividad que no entra dentro de las recomendaciones más correctas para sobrellevar la cuarentena. No requiere el ejercicio físico de una clase de zumba y tampoco la concentración mental de las charlas e intervenciones varias, convocadas a través de internet para reflexionar sobre un mundo que se tambalea. Simplemente me senté y mientras miraba una a una las instantáneas de mi vida. Y, tal vez por proximidad vital con la mía, pensé en esas generaciones que ya no son productivas para el sistema y, a causa del maldito coronavirus, están muriendo solas y en silencio, confinadas cada día en un parte de muertes anónimas. Me resulta indignante leer que en Araba casi el 50% de los fallecimientos han tenido lugar en residencias para personas mayores y que, en Europa, el 80% de esas residencias están gestionadas por «fondos buitre», los mismos que con el nombre de «fondos de inversión» y «planes de pensiones», los bancos han vendido a los jubilados que hoy mueren en las residencias. Un atropello más del sistema, sí, pero también, una responsabilidad de los gestores políticos de turno que lo autorizan, uniéndose así a la cadena que refuerza la iniquidad del poder económico que, de una forma u otra, nos mata.