Koldo Campos
Escritor
AZKEN PUNTUA

Unidos no, uniformes

Porque no era unidos que se nos quería sino uniformes, el más viejo e insensato sueño del Estado español. La unidad hubiera exigido diálogo, comprensión, consenso. La uniformidad solo necesitaba un Estado Mayor que transformase una pandemia en una guerra, los hospitales en trincheras, a los sanitarios y representantes civiles del Estado en laureados uniformes militares y a la información en un parte de guerra. Con el enemigo en retirada, aunque siga habiendo escaramuzas y el fuego amigo provocando bajas, cada vez estamos, sin embargo, más cerca de que, vencido y desarmado el coronavirus, alcance el gobierno progresista sus objetivos militares y declare terminada la guerra. Una guerra que, siguiendo la tendencia de todas las malditas guerras, se habrá cobrado muchas más víctimas entre la población civil que entre los militares. Confinados en nuestros refugios, mientras tanto, seguimos a la espera de que el Estado Mayor del Gobierno Progresista saque valor de su reserva no siendo tan canalla y miserable, y deje en suspenso los consejos de guerra que mantienen como rehenes desde hace más de tres años a los jóvenes de Altsasu por una simple y común pelea de bar, y cumpla sus propias leyes penitenciarias que pondrían en la calle a los demás políticos vascos y catalanes presos.

(Preso politikoak aske)