Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
CRISIS DEL CORONAVIRUS

Urkullu convoca elecciones mientras aún se prohíbe juntarse en casa

El lehendakari levantó la emergencia sanitaria para atender a su urgencia electoral. Iñigo Urkullu sostiene que hoy se cumplen las condiciones para arrancar la carrera electoral, cuando todavía la ciudadanía de la CAV no puede juntarse en una casa para una cena de diez personas.

El lehendakari firmó ayer la convocatoria de elecciones para el 12 de julio y desde hoy está dado el banderazo de salida para todos los trámites, que no son pocos. Iñigo Urkullu aseguró que «hemos superado la emergencia sanitaria, cuyo objetivo era contener la expansión de la pandemia y evitar el colapso del sistema de salud», a lo que añadió que «la tendencia se ha revertido y no hay peligro de colapso en el sistema de atención sanitaria». Es decir, hoy es un buen día para convocar elecciones, pero la ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa tiene todavía prohibido hacer una celebración de más de diez personas en casa. Tampoco puede recoger un libro en una biblioteca, ni visitar un museo. Acciones que sí puede realizar la ciudadanía navarra.

Preguntado sobre si la gente entendería esta situación, Iñigo Urkullu explicó que «las elecciones son dentro de 54 días» y que en ese tiempo deberíamos estar en la cuarta fase de la desescalada. Aunque también reconoció que «en 54 días pueden pasar muchas cosas». Apoyándose en un informe firmado por su propio viceconsejero de Salud, Iñaki Berraondo, el lehendakari afirmó que «teniendo en cuenta la menor incidencia de la pandemia en verano y el mayor riesgo en otoño, he decidido que la fecha con mayores garantías es el 12 de julio».

Iñigo Urkullu aludió también a la obligatoriedad de convocar elecciones antes del 25 de octubre y a que «el Departamento de Seguridad ha elaborado un “Plan de seguridad y protección” que establece las medidas y mecanismos preventivos para que toda la ciudadanía cuente con todas las garantías en el acceso al voto».

Sin fecha alternativa

Pese a lo que se había especulado, el decreto firmando por el lehendakari no incluye una fecha alternativa al 12 de julio para el caso de que un repunte de la pandemia volviera a obligar a suspender también esta convocatoria. Iñigo Urkullu se ha comprometido a ello, pero no hay ninguna mención en la parte dispositiva del decreto que se publicará hoy, aunque sí en la enunciativa.

La posibilidad era jurídicamente complicada, como recogía el informe del viceconsejero de Régimen Jurídico, Sabino Torre, que entre otras cosas demandaba que si se optaba por poner dos fechas se hiciera, «sobre todo», con «la búsqueda y consecución del máximo consenso posible entre todas las fuerzas políticas».

Tampoco en esta materia ha buscado el Gobierno de Urkullu un acuerdo con los partidos.

En caso de que de otra vez tuvieran que suspenderse las elecciones, de nuevo dependerá de los partidos decidir que en una fecha próxima se reinicien todos los trámites desde el principio, como ocurre en esta ocasión, o se reanuden en el punto en el que se suspendan.

Campaña de quince días

El decreto que firmó ayer el lehendakari recoge que «la campaña electoral durará quince días. Comenzará a las cero horas del día 26 de junio y concluirá a las veinticuatro horas del día 10 de julio».

En todo caso, está en manos de los partidos poder acortar este plazo. Así lo subrayó el propio Iñigo Urkullu a preguntas de los periodistas, apuntando que la obligación del Gobierno es garantizar que las elecciones puedan celebrarse con garantías.

Sin embargo, sí que dejó caer que «hay un precedente de las últimas elecciones generales en las que la campaña duró una semana». Esto se debió a un cambio legal que se produjo para la repetición de unos comicios ya celebrados.

En todo caso, EH Bildu, Elkarrekin Podemos y PP ya se mostraron ayer en contra de esta reducción. Estas formaciones sostienen que la campaña electoral es el único momento en el que está tasado el acceso de todas las candidaturas a los medios públicos y el reparto de tiempos. Después de haber visto durante las últimas semanas a todos los demás candidatos confinados en casa y al del PNV, Iñigo Urkullu, de una visita en otra apareciendo en todos los «teleberris», no se fían de la neutralidad de la precampaña.

Sin acuerdo político

La convocatoria de elecciones el 12 de julio ha tenido el apoyo entusiasta del PNV y un recibimiento mucho más matizado del PSE, que lo asume en la CAV mientras que lo critica abiertamente en Galiza. Lo contrario le pasa al PP, que se ha visto obligado a matizar su posición inicial al ver que Alberto Núñez Feijóo también ha llamado a las urnas para el mismo día.

EH Bildu sostiene que la convocatoria obedece a los intereses partidistas del propio Urkullu y teme que a las dificultades sanitarias se le añadan las «que van a existir para poder desarrollar unas elecciones y su campaña electoral con plenas garantías democráticas».

A través de las redes sociales, su candidata, Maddalen Iriarte, más allá de la queja, afirmó que «quienes creemos que la construcción de este país se debe fundamentar en valores de izquierda y soberanistas tenemos un gran reto el 12 de julio. Una gran oportunidad para que en la reconstrucción de este país situemos en el centro a las personas y sus necesidades».

La candidata a lehendakari por Elkarrekin Podemos, Miren Gorrotxategi, atribuyó el levantamiento de la emergencia sanitaria por parte del lehendakari a que «para él no es más que un estorbo» y criticó que «prefiere tomar decisiones interesadas por su cuenta y riesgo, sin acordarlas con ninguno de los partidos del Parlamento vasco».