Raimundo Fitero
DE REOJO

Matización

Hay que hilar fino y comprender que en esto de la política no es suficiente lo que se firma, sino cómo se vende, cómo se regurgita y con quién firmas. Cuando veo a la jefa, a Mertxe Aizpurua, hablando en la tribuna del Parlamento español, siento tantas cosas y la mayoría de ellas, muy buenas, uniendo el ayer, con el antes de ayer y el hoy, que considero que el grupo parlamentario de EH Bildu está compuesto por individuos de un alto nivel de formación política, intelectual y humana. Y que su trabajo para que la vida en Euskal Herria y en España sea mejor para las mayorías más propensas al entendimiento dentro de los parámetros en los que la izquierda se puede entender, y añado de mi parte, donde la internacionalización es reconocer a cada uno su derecho a la autodeterminación. 

Se me cae la mascarilla cuando me pongo a hiperventilar. Por eso, esperando que se logre matizar con todas sus consecuencias lo que es una matización o una revocación de lo firmado, tengo que saludar desde aquí a todos los que deben nadar, guardar la ropa y hablar por teléfono a la vez. En estos tiempos tan propensos a la hipérbole, salir, aunque sea por unas horas, con un pacto para derogar la terrorífica reforma laboral del equipo del corrupto Mario Rajoy, es un acto de repercusiones mediáticas que ayuda a que el facherío se alinee, los tibios se pongan a moquear por alergia y la perrita de mi vecina se ponga a ladrarle a la aurora boreal. Escucho atento los ruidos y la tormenta con aparato eléctrico recargado de rayos y truenos.

Esto solamente se puede comparar con la obligada despedida de Aritz Aduriz del fútbol profesional por una lesión. Este genuino jugador emigrante ha logrado poner a las aficiones de los clubes donde ha vendido su fuerza de trabajo de acuerdo. Un profesional sin matizaciones.