EDITORIALA

Racismo y brutalidad terriblemente familiar

La muerte de George Floyd, grabada en video con un teléfono móvil, tiene algo terriblemente familiar, un grito que resuena en todo el mundo. En EEUU o en Europa, en Iruñea o en Madrid, lo que le ha ocurrido a Floyd, le ocurrió a Adama Traoré o a Elhadji Ndiaye, a Mame Mbaye en Lavapiés o a Lucrecia Pérez en Aravaca, o a los 15 del Tajaral que murieron ahogados bajo una lluvia de pelotas de goma. Un mismo racismo y brutalidad policial que deja tantas muertes injustas e indignas.

Amplificado por este momento de miedos, incertidumbre y desolación –un sentimiento muy familiar también para ellos– por la crisis sanitaria y económica, la muerte de George Floyd ha desatado una llamada a la rebelión en la que resuena una larga y brutal historia de racismo de Estado y violencia policial, de discriminación y precariedad de la vida. En la mayoría de los casos no hubo vídeos que escalofriaran al planeta, pero ver a Floyd pidiendo clemencia repetidamente antes de sus últimas palabras «no puedo respirar», ofrece una imagen, da una idea, de lo que pasaron los otros, de lo que pasan tantos migrantes y sus hijos, tantos temporeros y vendedores ambulantes.

Para esas comunidades y colectivos, para tanta gente pobre y discriminada, el miedo a la Policía, el miedo a morir en manos de la Policía, es real. Es, además, una advertencia, una señal global y local, visible en Minnesota o en el barrio San Francisco de Bilbo. ¿Todas esas personas habrían muerto si no se hubieran cruzado en el camino con las fuerzas policiales? Hay que atender con urgencia ese grito, que los dirigentes, sean estadounidenses o vascos, lo comprendan y actúen para cambiar las cosas, para poner fin a un sistema que nunca puede aspirar a la justicia sin poner fin a la impunidad organizada del racismo y del clasismo que sufren esas personas. Para conseguir una Policía digna de la democracia y del servicio a la sociedad, que ante todo proteja a la población, sin distinción por el color de la piel o por la extracción social.