Raimundo Fitero
DE REOJO

Diagnóstico

A unos cientos de votantes le han sustraído sus derechos a base de un diagnóstico médico. Es una situación bastante compleja y alarmante. Ha hecho bien EH Bildu en presentar un recurso ante la Junta Electoral por este robo de derechos sin un acta judicial. La decisión adoptada por las autoridades competentes es muy curiosa, pero el intento de los gobiernos vasco y gallego de actuar de una manera tan sospechosamente arbitraria nos habla de una falta de respeto a los principios básicos de los derechos individuales.

Las personas convocadas para presidir mesas electorales o a ser vocales de, se quejan de la obligatoriedad de hacerlo bajo sanción si no se cumple sin que existan las suficientes garantías sanitarias ya que no se trata de los diagnosticados y confinados, sino de los asintomáticos de esas zonas que vayan a votar. Son quejas que demuestran el estado ambiental, de miedo, de incertidumbre, lo que me da que se trata de crear un estado de pánico que eleve la abstención hasta porcentajes lamentables. ¿A quién favorece una abstención grande? En la respuesta se encuentran claves para entender este final de campaña.

Es impresentable que desde un gobierno se niegue el voto a una parte de la población por un diagnóstico, sin otra argumentación, porque abre una puerta muy amplia. Desde que nos confinamos, descubrimos instrumentos variados para el teletrabajo, la teleconferencia, las reuniones múltiples, ¿no ha pensado nadie, de ninguna administración una manera de poder votar desde casa? Increíble. Existirá, pero no interesa implantarlo. A quién favorece la abstención explica que no se implemente algo tan lógico al alcance de la ciudadanía. Hay que ir a votar con todas las protecciones sanitarias. El diagnóstico político de mañana puede ser la peor pandemia y sin vacuna.