No se repetirá el resultado del Wolfsburgo en cuartos y ni siquiera se antoja posible que, aún repartiéndoselos con el Barcelona, se celebren tantos goles. Pero las delanteras de ambos equipos son el principal reclamo de la primera semifinal de la Women’s Champions League, que acogerá esta noche Anoeta (20.00, Gol).

El potencial ofensivo del Wolfsburgo da miedo, directamente. Campeón de Liga y Copa, no conoce la derrota esta temporada (24 victorias y tres empates en las competiciones domésticas, pleno de triunfos en Europa), en la que ha marcado 140 goles, casi cinco de media por partido. Números epatantes, firmados por nombres propios. Y no pocos porque el Wolfsburgo puede presumir de calidad y de cantidad.

Pernille Harder es su estrella indiscutible. Privada de grandes logros con su selección, más allá de la plata europea en 2017, la danesa acumula alegrías con sus equipos, Linkopings y sobre todo Wolfsburgo. No hay más que echar un vistazo a su colección de trofeos colectivos e individuales, a los que esta temporada ha añadido el de máxima goleadora de la Bundesliga, con 27 goles. El problema para sus rivales es que está muy bien acompañada. Por Ewa Pajor, para empezar, que todo lo que tampoco puede disfrutar con su selección, lo hace con el Wolfsburgo. El año pasado, la polaca fue la máxima realizadora de la Bundesliga y esta temporada ha llegado a los 16 goles. Junto a ellas, este año, Svenja Huth y Fridolina Rolfö. Y ahora y siempre, por supuesto, Alex Popp. Poco le importa vestirse la camiseta de la selección o del Wolfsburgo, donde cumple su octava temporada, y jugar en punta, en segunda línea o en el centro del campo. Cualquier ocasión es buena para marcar y también para asistir, dirigir, defender o encender al rival.

A todo eso le tendrá que hacer frente hoy el Barcelona que, aunque algo más modestamente, también puede presumir de una capacidad ofensiva sólo al alcance de los grandes. También con pleno de victorias en Champions pese a haber tenido menos fortuna en los sorteos, se ha llevado igualmente la Liga, aunque no se ha completado, sin encajar una sola derrota y tras marcar 86 goles en 21 partidos, y espera fecha para disputar la semifinal de Copa, en este caso tras necesitar la prórroga para que Hamraoui, salvadora como el viernes ante el Atlético, anotara el gol de la victoria en cuartos contra el Deportivo.

No es la francesa, en cualquier caso, la que le pone cara al gol en el equipo culé. Ese honor recae, sobre todo, en Jenni Hermoso. Con Barcelona y Atlético, la madrileña ha sido la máxima goleadora de la Liga en cuatro de las cinco últimas temporadas –todas menos la que jugó en el PSG–. Desde hace año y medio tiene el complemento perfecto en Asisat Oshoala. Elegida mejor jugadora de África en cuatro ocasiones, fue Bota de Oro en el Mundial sub20 de Canadá y llevó después sus goles a Liverpool, Arsenal y la Superliga china antes de llegar a Barcelona. La aportación de Graham Hansen, Alexia, Aitana Bonmatí o Mariona, tanto en goles como sobre todo en producción, completan el ataque de un equipo que también llega a Anoeta con una media de cuatro goles por partido.

Repetir final

Y con una ilusión evidente, repetir plaza en la final tras estrenarse el año pasado en Budapest. Fue, pese al amargo resultado, el mayor éxito continental de las blaugranas, claramente por debajo de un equipo que, en sus siete participaciones, ha disputado cuatro finales y ganado dos. Si la experiencia inclina la balanza del lado teutón, habrá que ver qué sucede con los caminos que han recorrido los dos equipos en los últimos meses: mientras el Wolfsburgo retomó la competición para acabarla en julio ganando Liga y Copa, el que le enfrentó al Atlético el pasado viernes fue el primer partido oficial del Barcelona tras cinco meses de parón.

«Ellas serían favoritas por historia pero nosotros hemos entrado de forma recurrente en semifinales en los últimos años. Son etiquetas que no condicionan», asegura Lluís Cortés, consciente de que el mayor peligro del Wolfsburgo es «la verticalidad». Stephan Lerch, por su lado, destaca la «gran evolución» y la «gran plantilla» del Barcelona y advierte de que «a un partido puede pasar de todo».

Dolorosa resaca en París

El sexto título del Bayern apenas ha dejado resaca en Munich, donde aterrizó el equipo alemán ayer a mediodía, sin que se hubiera registrado ningún suceso reseñable por la noche y habiendo quedado descartado cualquier tipo de celebración oficial.

La resaca fue mucho más dolorosa en París. Por la derrota pero, sobre todo, por los incidentes que se registraron en la capital parisina, donde 5.000 aficionados siguieron el choque a través de pantallas gigantes en el Parque de los Príncipes. Los problemas surgieron en las inmediaciones del estadio y se trasladaron a los Campos Elíseos, saldándose con numerosos desperfectos en vehículos, comercios y mobiliario urbano y 150 detenidos.

Thiago Silva y el guardameta cedido por el Sevilla Sergio Rico, por otro lado, confirmaron su marcha del equipo parisino, uniéndose al adiós ya conocido de Edinson Cavani.GARA