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BILBO

Las plazas, campamento base hacia la solución

Si bien imposibilitó que la demanda llegara hasta lo más alto de Euskal Herria, la adversa climatología no impidió que el regreso de los presos a casa fuera reclamada igual de fuerte desde las plazas de numerosas localidades vascas.

Anboto, Pagasarri, Murumendi, Intxurre..., los montes más conocidos de este país esperan al 8 de mayo para lanzar desde sus cimas la reclamación de que se acabe con la excepcionalidad que se aplica a los presos políticos vascos. Esperan los montes, no la ciudadanía vasca, que, en condiciones más propias de invierno que del principios de otoño en el que estamos, ocupó las plazas y llenó las redes sociales de imágenes que, a su vez, se convirtieron en vehículo y altavoz de una demanda ampliamente respaldada por la mayoría social vasca.

«No hemos subido a los montes, pero nos hemos reunido en las plazas», decían alto y de forma gráfica las fotografías que, una a una, compusieron un gigantesco mosaico virtual de la movilización desarrollada a mediodía de ayer.

‘‘Izan Bidea’’ es la dinámica puesta en marcha para vaciar las cárceles y presidió las concentraciones realizadas en las plazas, desde las más numerosas a las más intensas.

En todas ellas quedó de manifiesto que la gente de este país transita por ese camino para acabar con vulneraciones que padecen los presos y sus familiares y desatar nudos.

A la espera de la cita del 8 de mayo en las cimas de Euskal Herria, el siguiente emplazamiento a la ciudadanía vasca es el de finales de este mes, el día 24 en Donostia para construir otro mosaico gigante.

«Desde allí nos dirigiremos al mundo entero, para que el mundo entero sepa que aquí, todavía, hay cientos de personas presas a cientos de kilómetros de sus casas», tal y como recordó Joseba Azkarraga, portavoz de Sare.