Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Nuevos tiempos

La homeopatía es al cuerpo lo que la religión es al espíritu. Y aunque digan que la fe mueve montañas, de las de rocas y tierra ninguna; de las de dinero, cordilleras y grandes. La fabricación y venta de bolitas azucaradas supone cientos de millones de euros en Francia, país que integró esas sustancias a su farmacopea en 1965 y que ha venido sufragando parte de su compra hasta este fin de año. Porque a partir de este 1 de enero la Seguridad Social francesa deja de subvencionar productos homeopáticos, lo que ha provocado un debate febril entre varios representantes políticos, con parte de la derecha defendiendo fervorosamente las bondades de unos artículos cuya eficiencia cuestiona sin paliativos la ciencia. Porque más allá del efecto placebo, no hay resultados probados en ninguno de estos remedios. O sea, que tomárselos o santiguarse viene a ser lo mismo; cuestión de fe. Y si alguno no está de acuerdo, que les explique a los del Aviron Bayonnais que, después de que los tigres de Leicester además de derrotarles en su propio campo y de marcharse dejando la variante británica del covid en una decena de jugadores y miembros del staff del club lapurtarra, todo podría arreglarse sin dificultad con un tercer tiempo repleto de fe en la homeopatía o en los padrenuestros. No sale vivo ni pidiendo tiempo muerto. No vendría mal un poco de escepticismo en estos nuevos tiempos.