Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
CRISIS DEL CORONAVIRUS

La mejora se estanca con una presión en las UCI mayor que en diciembre

La clara mejora en la situación epidemiológica, que ha permitido reducir mucho la incidencia del covid en las últimas semanas, está mostrando síntomas de estancamiento. Algo similar ocurrió poco antes de navidad, pero ahora el frenazo se produce con un mayor número de pacientes en cuidados intensivos, lo que obliga a mantener la alerta.

La afección del covid en Hego Euskal Herria registró el domingo algunas cifras que no se veían desde hacía mucho tiempo y que resumen la buena evolución epidemiológica de las últimas semanas, después de un comienzo de año muy turbulento. Por ejemplo, hay que retroceder siete meses –209 días, en concreto– para encontrar una cantidad de nuevos positivos inferior a los 284 notificados ayer, y los 42 casos de Nafarroa suponen el número más bajo desde mediados de julio. Asimismo, en ese herrialde la incidencia acumulada se encuentra en 123 casos por cien mil habitantes, 54 menos que los 177 con los que tocó suelo el pasado 11 de diciembre.

Sin embargo, son precisamente los datos de Nafarroa los que obligan a matizar cualquier optimismo, pues muestran, al mismo tiempo, que esa mejora no solo se está ralentizando, sino que puede estar entrando en una fase de estancamiento. Y es que esa incidencia de 123 casos es casi la misma que la del día anterior –124 casos–, y en la última semana la caída ha sido de solo veinte puntos, frente a los noventa de la semana pasada.

La curva está plana en Nafarroa y algo parecido ocurre en Araba, con el agravante de que allí la afección sigue siendo bastante mayor. En ese herrialde, la incidencia acumulada solo mejoró tres puntos de sábado a domingo –de 255 a 252– y, de hecho, la semana pasada hubo un día en que no mejoró nada. Ocurrió entre el jueves y el viernes, cuando la incidencia fue exactamente la misma: 258,62.

En Gipuzkoa, la evolución en el último informe ha sido similar, con solo una bajada de dos puntos, de 190 a 188, pero los días anteriores la caída había sido algo mayor. Mientras, Bizkaia, pese a mantener un descenso algo más pronunciado, tiene el hándicap de ser el territorio con mayor incidencia, pues apenas ha rebasado el listón de los 300.

Hay muchos pacientes todavía

La situación, por tanto, se asemeja a la que se vivió en la segunda semana de diciembre, cuando la mejora que sucedió a la fuerte ola de otoño empezó a dar síntomas de estancamiento. Lo que ocurre es que en este caso, pese a que la incidencia es incluso mejor que entonces en todos los herrialdes menos en Bizkaia, no puede decirse lo mismo sobre lo que ocurre en los hospitales, donde la presión en las unidades de cuidados intensivos es peor que la que había.

Así, el 15 de diciembre, cuando era evidente que la situación ya no iba a mejor –aunque la incidencia siguió bajando algo por el menor número de pruebas realizadas en navidades–, en las UCI de Hego Euskal Herria había 122 pacientes de covid, frente a los 139 que había ayer. Este es un dato importante, y será preocupante en caso de que al estancamiento le siga una nueva ola, pues ese empeoramiento de la situación epidemiológica ocurriría con los centros sanitarios con una gran carga asistencial.

Hay que recordar, en este sentido, que aunque el repunte de principios de año no ha sido tan intenso como el de otoño en número de contagios, sí que lo ha sido en los hospitales, precisamente porque no había dado tiempo a vaciarlos antes de que volvieran a recibir nuevos pacientes. Y ahora, con más enfermos en las UCI, si se repitiera la situación las consecuencias serían más difíciles de gestionar.

Sobre todo en los hospitales de la CAV, donde aún hay 120 pacientes de coronavirus, por los 101 que había el 15 de diciembre. Algo mejor están en Nafarroa, donde hay 19 pacientes en cuidados intensivos, frente a los 21 que constaban aquellos días.

Brote en Santa Marina

Al frenazo en la mejora, y a la alta presión hospitalaria, se le sumó ayer una noticia igualmente inquietante: un foco en Santa Marina. En concreto, desde Lakua informaron de la detección de un brote intrahospitalario con una veintena de casos positivos.

Según el Ejecutivo, el primer caso en el hospital bilbaino, cuyo director, José Luis Sabas, dimitió por haberse vacunado cuando no le correspondía, se detectó hace diez días, y el resto se ha localizado en cribados realizados entre pacientes, plantilla y acompañantes. A causa del brote se ha cerrado la quinta planta, y entre otras medidas, se realizará el tipado del virus para saber a qué variante pertenece.