ESPANYOL-ALAVÉS

Al Alavés le urge ganar. Tras cuatro jornadas disputa-das –queda pendiente el partido aplazado con el Villarreal–, la escuadra albiazul todavía no ha sumado ningún punto y comienza a vislumbrar viejos fantasmas de pasadas campañas.

Para evitarse esas pesadillas, con la temporada todavía recién iniciada, el conjunto babazorro necesita obtener un resultado positivo en su visita al Espanyol. Sin embargo, la estadística más reciente no acompaña al objetivo, pues los vascos no vencen en el feudo periquito desde hace casi dos décadas.

Visto el vaso medio lleno, lo cierto es que la ley de probabilidades asegura que cada vez está más cerca de invertir esa raquítica dinámica, que habla de solo dos empates y otros tantos goles en los últimos siete partidos disputados en tierras catalanas.

Ello pasa, desde luego, por mejorar sus prestaciones en ambas áreas. Los de Calleja solo han convertido un gol hasta ahora –y ha sido desde el punto de penalti–, mientras que han encajado una decena de dianas en los cuatro encuentros que han disputado hasta ahora.

«Total responsabilidad»

El técnico babazorro, Javier Calleja, indicó que se siente «responsable absoluto de todo», aunque confió en que su equipo varíe la tónica frente al Espanyol. Así, indicó que sus pupilos «están con ganas de cambiar la dinámica», al notar «una reacción importante». «A pesar de los resultados, el equipo trabaja mejor que nunca», elogió, a la par que aseguró no tener ninguna queja respecto al ambiente del vestuario.

«Tenemos que saber que nos quedan 102 puntos por disputar, hay que mirar hacia delante sabiendo y siendo conscientes de que no hemos hecho las cosas bien, pero que, ganando al Espanyol, conseguimos los mismos puntos que llevan ellos y las cosas se verán de manera diferente», explicó.

Para el preparador madrileño, todo se debe al bloqueo mental de sus jugadores. «Hay muchas barreras en la cabeza de los jugadores que llevan tiempo porque se ha ido sufriendo mucho durante las pasadas temporadas y, a pesar de que el año pasado conseguimos el objetivo, hay una base del equipo que ha ido viviendo todo eso durante tiempos anteriores y quizá el no haber enganchado buenos resultados les hace centrarse más en el pasado que en mirar hacia adelante», reflejó.

Calleja expuso que «estoy intentando buscar soluciones, el mejor once de inicio y que el equipo cambie» y que no se siente debilitado moralmente por los malos resultados. «No me voy a esconder, voy a trabajar lo mejor que pueda para conseguir que le demos la vuelta a esta situación», comentó.

Tampoco quiso pensar en las consecuencias que puede tener una nueva derrota, ni entró a valorar las decisiones que pueda tomar el club acerca de su continuidad. «Sé cómo funciona esto», afirmó lacónico.